Voló, corrió, jugó

Daniel Montenegro, a pesar de su semana movida y el atraso en el vuelo que lo hizo llegar al país unas 18 horas antes del partido, fue nuevamente lo mejorcito que tuvo el Rojo. El chico Simonetti, con todo en contra, también mostró cosas buenas en su debut.

Es tan pobre el nivel de Independiente, que se nota demasiado cuando un jugador no pertenece a la misma especie que los demás. Ni siquiera dando tremendas ventajas. Daniel Montenegro entrenó las últimas dos semanas con la Selección, el sábado pasado estuvo en el banco frente a Colombia y luego viajó a la altura de Quito. Aunque no formó parte del equipo que enfrentó a Ecuador, se desplazó y sufrió las demoras del avión que debía traer al plantel a Buenos Aires, llegando en la madrugada del viernes.

Así y todo, sin descollar, dentro de un panorama negrísimo, fue el único que con un cambio de frente, un tiro libre o cierta profundidad en un pase demostró por qué está varios escalones por encima del resto, y porqué en este Independiente que se dirige hacia el precipicio él es uno de los pocos que puede salvarse.

Simonetti cumplió en un difícil debut
Finalmente, como se preveía, Franco Simonetti debutó en la Primera de Independiente. El chico, nacido en Luján hace 19 años, sólo contaba con siete partidos en Cuarta y uno en Reserva, pero el Tolo igual eligió ponerlo como lateral por la derecha, y dentro del pésimo partido del Rojo, especialmente la defensa, mostró buenas aptitudes.

Sin responsabilidad directa en los goles (quizás sólo en el cuarto, cuando habilitaba a Silva), el 24 trató de tocar de primera, no se complicaba en la salida y no equivocó el destino de la pelota. Incluso en el primer tiempo, cuando la catástrofe aún no se insinuaba, se proyectó en un par de ocasiones. Ojalá Gallego lo banque hasta el final del campeonato.