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Hay un refrán que dice que cuando el carro se mueve, los melones se acomodan. ¿Ocurrirá esto con Independiente, luego de la llegada de Gallego? Imposible hacer futurología, no porque no querramos sino porque este equipo nos sorprende a cada paso.


Lo venimos repitiendo, y el hincha del Rojo lo vive semana a semana: una caída y una remontada hacen del Rojo modelo 08/09 un conjunto ciclotímico, con el técnico que sea, frente a cualquier rival, y casi en cualquier condición, aunque en este año de local las cosas se dieron mejor.

Entonces, teniendo en cuenta esa variable, el hecho de tener dos partidos seguidos en el Ducó (aunque curiosamente el último fue ante el dueño de casa) la estadística puede cambiar y el Tolo Gallego termine encontrando un patrón de juego más estable.

Todos sabemos que no es lo mismo perder 1-5 que ganar 2-1, pero tambiés es cierto que no hubo demasiadas mejorías en el segundo partido, salvo un pequeño detalle del cual nos gustaría poder agarrarnos y creer, definitivamente, que se puede mejorar.

Ante el Globo el Rojo mostró otra actitud, aun siendo dominado por el rival, y eso es importante para que un equipo muestre el temple necesario y la confianza en que podrá conseguir algo más que penar por el medio de la tabla.

“No estamos jugando bien los segundos tiempos, pero estamos progresando a paso lento. Quiero una defensa sólida, el fútbol se va a demorar un par de fechas más”, aseguró con absoluta sinceridad Gallego.

El carro empezó a moverse, esperemos que los melones se acomoden.

Emiliano Penelas
Agradecemos la fotografía de Claudio Turilli.

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