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Boca jugará esta semana en Venezuela por Copa Libertadores. Su plantel afrontará un largo viaje que incluye dos escalas de avión y un tramo en micro. Lleguen cansados, muchachos.




Con un Independiente pobre futbolísticamente, no queda otra que apelar al deseo de que al menos el rival llegue diezmado al próximo partido. Y si ese rival es Boca, más aún. Ayer los Xeneizes jugaron en el último horario, bajo la lluvia torrencial que se desató sobre Buenos Aires y esta mañana el plantel (sin Palermo, Palacio, Ibarra y Morel Rodríguez) partió rumbo a Venezuela, donde jugará por Copa Libertadores el miércoles.

El itinerario de viaje hasta San Cristóbal, donde jugará con Deportivo Táchira, incluye un tramo aéreo hasta Cúcuta, Colombia, previas escalas en Lima y Bogotá, tras casi nueve horas de vuelo. Además, el mismo día del partido deberá recorrer 60 kilómetros de camino de montaña en micro, atravesando la frontera colombiano-venezolana.

El regreso será algo parecido. A la vuelta los espera el Rojo, en principio el domingo a las 19:30 hs. en el Ducó, aunque el horario está a confirmar por los organismos de seguridad.

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