Editorial 71 - FELIZ CUMPLE, ROJO QUERIDO

El 1º de enero de 1905 nacía oficialmente el Club Atlético Independiente, cuna de nuestras pasiones, dueño de nuestros sueños y desvelos. Te queremos, Rojo.

El fútbol representa un sinfin de sentimientos en la mayoría de los casos irracionales. Estamos convencidos de que no hay actividad desarrollada por ninguno de nosotros que nos insuma el tiempo, la dedicación, el esfuerzo y el interés que nos provoca este deporte. Pero ¿es sólo el deporte? ¿es sólo la pelotita la que nos atrapa? ¿es sólo el color de la camiseta? Creemos que es mucho más que todo eso junto.

Desde algún momento -que algunos recordarán y otros lo tomamos como lo "natural"- sentimos que la divisa Roja era la que nos atraía. Fue un padre, un abuelo, un pariente o un amigo. Fue al nacer, desde siempre, o por un tío lejano o un insistente padrino. Fue por el atractivo de los colores, por no saber qué hacer o por convencimiento propio, pero existe el momento en el cual uno adopta los colores de la camiseta.

Está claro que uno podrá cambiar a lo largo de su vida de religión, credo y convicción. De mujeres, esposas y amantes. Podrá pelearse incluso con sus seres queridos, cambiar de casa y hasta de país. Podrá descreer de aquél que creía, de quien confiaba, de quien lo traicionó. Pero uno está absolutamente seguro de que el sentimiento de afinidad que se da con el club de sus amores es permanente. No hay posibilidad lógica de dejar de ser hincha del equipo que uno eligió y sigue, en este caso Independiente.

También podrá enojarse -¡cómo no!- con jugadores, técnicos, directivos y resultados, pero ahí está de nuevo el amor en algún lugar para seguir yendo a la cancha, mirando los partidos o estar al tanto de quién viene y quién se va para ver si, el año que viene, la semana próxima o mañana vamos a estar mejor.

Nosotros somos de Independiente, "de pierna fuerte y templada" porque un par de jóvenes lo crearon allá por agosto de 1904, y decidieron que oficializarían la fecha de ese Club que no quería depender de otros el 1º de enero de 1905. Quién podía asegurarles a estos muchachos que 104 años después su team iba a ser motivo de orgullo nacional, uno de los clubes más ganadores del mundo, con millones de seguidores en todas las latitudes, cuna de grandes jugadores y pasión desenfrenada de tantos seguidores.

Al Rojo lo hicieron grande su historia, su mística, su sobriedad dentro y fuera de la cancha. Lo hizo grande tener el primer estadio de cemento de Sudamérica, ser el equipo más copero, haber ganado siete Copas Libertadores y dos Intercontinentales, entre otras logradas para ser campeón de campeones dentro y fuera de la Argentina.

A Independiente lo hicieron grande los técnicos y jugadores que con sus goles, sus hazañas deportivas y su empuje, pero sobre todo a través del histórico "paladar negro" fueron forjando un camino de gloria. Lo hicieron grande los dirigentes, esos gallegos (y otros que no lo eran) que supieron cuidar los intereses de la Institución, que jamás hipotecaron al club y que manejaron de forma pareja la parte social, cultural, deportiva y profesional. Al Diablo lo hizo grande su gente, los socios, los seguidores, los incondicionales, los que están siempre para poner el hombro, alentar y acompañar en las buenas y en las malas.

Por eso esta editorial, más que una historia del Club, sabida, conocida por todos, es una carta de amor al equipo que nos hace latir el corazón. Feliz Cumpleaños, Rojo querido.

Emiliano Penelas