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Lástima, justo hoy Independiente hizo un buen partido frente a Arsenal con los pibes pero se fue derrotado como en casi todo el campeonato. Una posición vergonzosa en la tabla y el fin de lo que iba a ser un sueño y terminó en pesadilla.

Se terminó el Apertura para Independiente, y con él la tortura de seguir barranca abajo. Aunque debemos rescatar que justo hoy, ante Arsenal y con un equipo plagado de juveniles y debutantes, el Rojo no lo hizo tan mal y fue injusto el resultado.

Todo hacía prever un final de historia diferente porque pese a comenzar el partido con imprecisiones, Independiente era más efectivo de mitad de cancha hacia adelante, con buenas combinaciones entre Montenegro, Higuaín, Centurión y Calello, de gran partido. A ellos se sumaba una muy buena movilidad de Churín, en su debut como titular.

A los 8' de comenzado el encuentro Fredes, tras una muy buena habilitación de Montenegro, se lo pierde en el mano a mano. Dos minutos más tarde el Rolfi avisó desde lejos, mientras que a los 12' llegó el gol de Higuaín, con un pelotazo desde afuera del área que se coló en el ángulo inferior derecho de Campestrini.

Promediando la primera parte Centurión, otro de buen primer tiempo, habilita a Montenegro quien termina en una carambola con la salida del arquero visitante y casi anota el segundo. El Rojo era claramente más que Arsenal y la ventaja era justa. El 10 era el conductor y el resto acompañaba bien. La tarea en defensa era sólida, aunque sufriendo por ambos laterales los desbordes de los delanteros del equipo de Sarandí.

Justamente uno de quien más sólido se mostró abajo era el debutante Bocchino, exhibiendo muy buen físico y nivel, pero cometió un error casi sobre el final de la etapa cuando quiso cabecear en el área, la pelota le dio en la mano y Pittana marcó penal, que el Papu Gómez convirtió en el empate del Arse.

El segundo tiempo no comenzó con el mismo ímpetu, y al cuarto de hora un saque largo desde el arco (como todo el partido) llegó hasta el área grande de Independiente. Assmann quiso salir a cubrir pero el pique lo dejó a mitad de camino y nuevamente Gómez, de cabeza por sobre el arquero, anotaba el 2-1. La historia se repetía y aunque Arsenal no había hecho mucho para ponerse arriba, todos conocemos las deficiencias del Rojo para mantener o dar vuelta un resultado.

Para colmo, en esa segunda parte Montenegro desapareció del partido y con él las mayores chances de generar jugadas en ataque. Higuaín se parecía más al que todos conocemos, y Centurión dejó de gravitar. Churín, a fuerza de pelearse, conseguía poner la presencia arriba. El ingreso de Alexis Blanco y Mancuello, los goleadores de la Cuarta, hicieron ver buenos proyectos de futbolistas.

El Rojo terminó con ocho jugadores salidos de la cantera en el campo de juego, que injustamente debieron escuchar los cánticos recriminatorios de una campaña flojísima que ojalá se olvide pronto gracias a muchos de estos pibes.

Emiliano Penelas

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