El Pato Fillol volvió a elegir, en su columna del diario Olé, al uno de Independiente como el mejor arquero de la fecha. Reproducimos sus palabras.
Frente a River mostró mucho aplomo y si no fuera porque conozco su edad (22) diría que estaría rondando los 30 años. Estuvo sereno, bien ubicado, atento y rápido y, si bien no tuvo mucho trabajo en el juego aéreo, las pocas veces que intervino por esta vía lo hizo correctamente y con convicción. Esto era una cuenta pendiente a mejorar en su rendimiento y, de a poco, lo está consiguiendo. Además, no duda a la hora de salir a cortar los centros que le caen.
Me gustó también cómo manejó las dos piernas cuando tuvo que rechazar el balón: hubo jugadas en que sus compañeros se la pasaron hacia atrás y supo cómo responder. Se nota que lo está trabajando y que sabe que tener una buena pegada como recurso de juego es clave para todo arquero.
Tuvo dos atajadas clave frente a Falcao, en el primer tiempo, que hicieron que se fuera al descanso con su valla en cero: le achicó muy bien y rápido el ángulo de tiro y así evitó que le marcaran. En el gol no tuvo culpa, ya que el cabezazo de Falcao (se tomó revancha) hizo una parábola y pasó lejos de su alcance.
No cometió errores y se mostró seguro: contuvo las pelotas sin dar rebote, salvo en un remate difícil de Falcao (lo hizo en dos tiempos). Ojalá que en estos pocos partidos que quedan del torneo pueda seguir en este nivel y contagiar, con estas buenas actuaciones, al resto de sus compañeros. Assmann le pone las manos a la adversidad.
Ubaldo Matildo Fillol
Diario Olé, lunes 17 de noviembre de 2008
40' del primer tiempo: "Falcao quedó solo, pero Assmann
salió rápido y le tapó el grito de gol con todo el cuerpo.
Estuvo atento y no dudó en achicarle. Excelente", dice Fillol
Frente a River mostró mucho aplomo y si no fuera porque conozco su edad (22) diría que estaría rondando los 30 años. Estuvo sereno, bien ubicado, atento y rápido y, si bien no tuvo mucho trabajo en el juego aéreo, las pocas veces que intervino por esta vía lo hizo correctamente y con convicción. Esto era una cuenta pendiente a mejorar en su rendimiento y, de a poco, lo está consiguiendo. Además, no duda a la hora de salir a cortar los centros que le caen.
Me gustó también cómo manejó las dos piernas cuando tuvo que rechazar el balón: hubo jugadas en que sus compañeros se la pasaron hacia atrás y supo cómo responder. Se nota que lo está trabajando y que sabe que tener una buena pegada como recurso de juego es clave para todo arquero.
Tuvo dos atajadas clave frente a Falcao, en el primer tiempo, que hicieron que se fuera al descanso con su valla en cero: le achicó muy bien y rápido el ángulo de tiro y así evitó que le marcaran. En el gol no tuvo culpa, ya que el cabezazo de Falcao (se tomó revancha) hizo una parábola y pasó lejos de su alcance.
No cometió errores y se mostró seguro: contuvo las pelotas sin dar rebote, salvo en un remate difícil de Falcao (lo hizo en dos tiempos). Ojalá que en estos pocos partidos que quedan del torneo pueda seguir en este nivel y contagiar, con estas buenas actuaciones, al resto de sus compañeros. Assmann le pone las manos a la adversidad.
Ubaldo Matildo Fillol
Diario Olé, lunes 17 de noviembre de 2008
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