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Independiente volvió a jugar muy mal ante un River golpeado, sin entrenador, último en la tabla y arrastrando su peor racha de partidos sin victorias, que cortó hoy. En el encuentro por saber quién era el peor del Apertura, el Rojo se quedó con todo.

El Rolfi Montenegro y Cristian Villagra, de Avellaneda a Escocia

No hay caso, cuando parece que se tocó fondo alguien corre un poco más la cuerda y nos damos cuenta de que se puede caer un poco más. ¡Qué fácil parece jugar al fútbol cuando los demás equipos se enfrentan a Independiente! ¡Qué difícil se le hace todo al Rojo, que sólo crea peligro pateando desde el Libertadores de América!

Ya desde el comienzo del partido quedó claro que River, el mismo equipo que la fecha pasada despidió a Simeone y hoy jugaba con un técnico alterno, que va último en el torneo y llevaba doce fechas sin ganar, la peor racha de su historia, venía a Avellaneda a llevarse los tres puntos, y que los defensores del Rojo poco podían hacer para impedirlo.

Los pases rasantes entre los centrales para la entrada de Falcao fueron el peligro mayor de todo el encuentro. Y el colombiano estuvo dos veces en el primer cuarto de hora mano a mano con Assmann, quien salvó magistralmente en ambas lo que hubiera sido la apertura del marcador.

Si atrás no hay red de protección entre la defensa y el mejor jugador del Rojo en el torneo a fuerza de ahorrarnos goles en contra, en el medio la cosa tampoco mejora. Fue poco lo que hicieron el Toti Ríos, peleado con la pelota e Higuaín en su devenir al que nos tiene acostumbrados. Montenegro, un poco más activo, bajaba a recuperar y remataba desde la casa, mientras que salvaron un poco la imagen el primer tiempo de Pusineri y el esfuerzo de Calello. Núñez deambuló por el frente de ataque, más peleando que jugando y, para ser honestos con él, tampoco recibe limpio nunca.

Sobre el final de esa primera parte, a River le anularon bien un gol entrando otra vez por el medio del área (no hay caso, Ledesma y Guillermo Rodríguez no andan bien) y a los 40' nuevamente es Assmann quien se luce ante Falcao. El equipo de Santoro sólo llegó con un cabezazo del Rolfi.

Damián Luna, volvió a jugar después de un año

La segunda parte comenzó igual, con River yendo a buscar, con el uno del Rojo cubriendo otra vez al delantero colombiano, la otra figura del clásico. A los 17' llegó la más clara de Independiente: Montenegro entra al área por izquierda y su remate da en la base del palo de Vega, cuando ya estaba vencido. Fue una jugada aislada dentro del contexto del encuentro.

Tres minutos después un corner desde la derecha encuentra a la cabeza de Falcao y el gol de River hizo justicia al desarrollo del juego. Algo de aire vino desde desde el banco. Fue saludable el ingreso de Patricio Rodríguez, esta vez sin presión por las marcas sino libre para poder jugar.

También Damián Luna, con ganas de mostrarse luego de un año de su último partido, exhibió otro espíritu. Sin embargo, nada parece alcanzar y lo que quedó fue más de lo mismo: poco, poco, poco.

Emiliano Penelas

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Dani Navedo dijo... 17 de noviembre de 2008, 10:58 a.m.

Es una pena que el resurgir de River llegara en este partido.

Un saludo!!

Artalexis dijo... 17 de noviembre de 2008, 11:11 a.m.

Yo si fuera Pepe les pediria por favor a los jugadores que paren de patear de cualquier lado...Es real que tanto Rolfi como Nuñez tienen muy buena pegada pero es nada mas que un recurso si un equipo depende de esto pasa lo que vemos....Un equipo que no juega a nada y su unica arma es pegarle de cualquier lado...esto funciona cuando puede sorprender al rival pero si el otro equipo esta al tanto de que tu unico fundamento de juego es que tenes dos jugadores que le pegan bien a la pelota buennooo que podemos esperar...Hoy por hoy somos Deportivo Chute...de los de atras no voy a hablar porque no encuentro los terminos para dar una idea de lo mal que estan jugando.....

La Caldera del Diablo dijo... 17 de noviembre de 2008, 5:09 p.m.

Navedo: no paramos de resucitar muertos.

Alexis: durante el partido surgió una jugada en la que cayó Higuaín en el área, algunos pidieron penal, que no fue, y pensamos hace cuanto no nos dan uno, hasta que nos acordamos de que para que te den un penal hay que llegar al área, territorio vedado para el Rojo desde hace fechas. Lo único que hacemos es patear de 35 metros porque no hay juego colectivo, sorpresa, velocidad ni nada.
Saludos

Emiliano