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Argentina volvió a jugar muy mal, sin ideas y sin una conformación de equipo por encima de las individualidades, que esta noche tampoco aparecieron. Ganaba injustamente a ocho del final y se lo empataron en el tercer minuto de descuento.


Basile deberá trabajar y mucho para mejorar la imagen que dejó la Selección en estos últimos partidos por Eliminatorias. No sólo por los resultados obtenidos, porque hace cinco partidos que no ganamos (cifra histórica en esta instancia) y porque los goles son lo que faltan, sino porque tampoco se perciben cambios anímicos ni potenciales ni mucho menos a nivel juego colectivo.

Incluso frente a Perú las individualidades, que generalmente terminan salvando un partido, tampoco funcionaron y fue muy pobre lo hecho de mitad de cancha hacia adelante.

Desde el primer minuto el equipo del Chemo Del Solar salió a marcar de manera férrea, con pierna fuerte, muchas veces malintencionada, pero con el claro objetivo de que la Argentina no genere juego, especialmente Riquelme, que jamás le encontró la vuelta al asunto. Otro que deambuló perdido en sí mismo, en sus caprichos individualistas y sus constantes reproches fue Messi. Cuando a la Pulga no le salen las cosas, se va del partido, desaparece.


El pobre Kun Agüero, perdido adelante como el Llanero Solitario, no le llegaba una sola pelota, y cuando la recibía, era a 40 metros del arco, sin compañeros para descargar, y su acción terminaba indefectiblemente en un tiro libre para la Argentina. En el segundo tiempo Basile lo reemplazó para poner a Denis, un 9 de área más robusto que aporte la presencia que carece el conjunto nacional en esa zona. Tampoco fue asistido ni le llegó la pelota con claridad.

En el medio, la pronta lesión de Jonás Gutiérrez dejó poco de su presencia, que hubiera aportado algo de velocidad en la salida. Zanetti absolutamente opacado, el Cata Díaz sin encontrarse a gusto yendo al ataque, y Battalia forzado a jugar en un puesto que no siente, hacían del desconcierto un lugar común.

El empuje vino por el lado de Demichelis, pero sobre todo de Gago. El mediocampista del Real Madrid jugó un gran partido, su presencia para correr, jugar y llevarse el equipo para adelante justifica su nombramiento como el mejor de la cancha con la albiceleste puesta. Cerca también estuvo Carrizo, que con dos atajadas providenciales en el segundo tiempo salvó lo que hubiera sido la apertura del marcador por parte de los peruanos, que no se preocuparon por atacar hasta promediando la segunda mitad, cuando se dieron cuenta que con poco podían complicar a los de Basile.

Faltando poco para terminar el partido, Riquelme cruza la pelota para la entrada de Gago por derecha, que elude a un defensor y tira un buscapié justo para la entrada de Cambiasso, quien estaba a punto de salir por su flojo desempeño. Entre el Cuchu y el defensor peruano Walter Vilchez -que se tira a cerrar- tocan la pelota para que sea el primer gol de la noche.

Creíamos que sería el último, porque el resto del tiempo que quedaba de partido, menos de ocho minutos, la Selección se dedicó a cuidar la pelota. Hasta que arriesgó de más, Messi la perdió casi en tres cuartos de cancha, Vargas comenzó una corrida espectacular superando a Battaglia, tiró el centro y cuando se cumplía el tercer minuto de tiempo adicionado al reglamentario, Fano fue en busca del centro de Vargas y puso el empate, que se ajustó más a la lógica del partido pero que tuvo el gusto de la derrota para Basile & cía.

Ahora la tabla de posiciones quedó muy ajustada arriba, Paraguay se escapó en la punta, y lo que viene es muy complicado: Uruguay en el Monumental y Chile en Santiago. A trabajar, Coco.

Emiliano Penelas

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