
Parece que nunca son fáciles las victorias de Independiente, que nunca hay margen para respirar tranquilos, aún con dos tantos de ventaja por primera vez en lo que va del año. El 3 a 2 es mentiroso, porque el Rojo hizo mejor las cosas y mereció un triunfo más cómodo, aunque también es justo reconocer al visitante, un equipo ordenado y con buen trato de balón, que sin embargo -por suerte para Borghi- le falta peso ofensivo.
Y hablamos de la suerte porque esa que le resultó esquiva a Independiente para definir en el arco jujeño, con una suma importante de impericia sobre todo en Gandín e Higuaín, fue la misma que se tuvo en el arco propio ya que se notaron los gruesos errores defensivos y algunos desacoples que supo cubrir con solvencia Assmann.
El partido comenzó con un rápido gol del Rojo, que salió como para comerse al rival. A los cuatro minutos un desborde por izquierda de Ríos, centro atrás a la medialuna y Núñez anticipa a un defensor y toca por sobre el cuerpo del arquero. En esos primeros minutos Independiente se mostró muy activo en el medio, con proyecciones sobre los costados y comenzando una muy buena noche del Toti, que debutaba como titular en reemplazo del suspendido Montenegro. Fredes, por la otra banda, acompañaba, y Ledesma y Pusineri en el medio ponían la cuota de sacrificio y recuperación.
Sin embargo esa presión habrá durado quince o veinte minutos, luego de los cuales el partido cayó en una epresión que sólo se levantaba gracias a algún ataque de Gimnasia, que probaba desde lejos a Assmann. De pronto, como para salir del tedio, casi cerrando la primera etapa, nuevamente fue Ríos quien por izquierda combinó bien con Mareque, llegó a la línea de fondo y envió un centro atrás que fue rechazado por un defensor jujeño y cayó en los pies de Núñez, quien desde afuera del área paró la pelota y la puso rasante junto al palo más lejano de Nereo Fernández para el 2 a 0.

Fredes escapa a la marca de Ramasco
En la segunda mitad Labruna paró a su equipo más adelante, introdujo cambios más ofensivos y logró descontar a los 4'. Otro gol tempranero, como contra Boca, hizo tambalear a la defensa de Independiente. Un error del juvenil Caracoche queriendo rechazar de chilena una pelota cerca del área cuando salía Assmann, encuentra al recién ingresado Fileppi para descontar, de emboquillada sobre el arquero.
No tardó mucho la reacción del Rojo, y fue gracias a una corajeada de Pusineri, que recupera la pelota en tres cuartos de cancha y se la da a Núñez que inspirado como estaba esta noche hace pasar de largo a Loeschbor y define tranquilo ante la salida de Fernández. El 3 a 1 parecía liquidar el pleito, sobre todo cuando Ramasco vio la segunda amarilla, a poco más de quince minutos del final del encuentro.

Pusineri, otro que tuvo un buen partido
Sin embargo, el conjunto de Borghi no supo cerrar el partido, desperdició situaciones claras en ataque -así como pudo haber sido ideal para Núñez o Ríos, no fue la noche ideal para Gandín- y a falta de cuatro minutos otro desacierto en la defensa hace que Ricky Gómez, entrando por el punto del penal, ponga el 3 a 2 que sería definitivo, pero por muy poco.
Sobre el final pudo haber convertido Higuaín también, pero el ex Chicago se encuentra lejos de su nivel, y nuevamente el Chipi se perdió una situación insólita justo antes de que Furchi dictaminara el final del encuentro y pusiera fin al sufrimiento Rojo.
No es poco en el fútbol argentino haber alcanzado 16 partidos sin derrotas, es bueno saber que Ríos mostró un muy buen nivel, que Núñez sigue amigo del arco y que se está volviendo, de a poco, por la senda que todos queremos ir.
Emiliano Penelas
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