Dentro de poco lo mejor que le podrá pasar a Boca es descender al Nacional B o alguna otra categoría del ascenso argentino en la cual las autoridades, siempre tan atinadas, no permiten concurrir al público visitante.
Parece ser ese el objetivo de los dirigentes Xeneizes y desde las épocas de Mauricio Macri la situación no ha cambiado para nada. Al contrario, empeora porque esta vez ni plateas darán. ¿Será que habrá que replicarles con la misma moneda? ¿Por qué dicen que luego no tienen lugar para su propia gente y cuando algunos partidos no vendían entradas locales los huecos en la 12 eran indisimulables?
Evidentemente, el negocio pasa por otro lado, quizás por las millonarias plateas que a través de agencias de viajes destinan a contingentes de europeos y japoneses deseosos de sacarse una foto junto a los "barras bravas" de la ribera porteña.
En fin, la cuestión, sufrido hincha del Rojo que quiere ir a la Bombonera a ver si de una vez por todas rompemos la racha, es que Independiente sólo dispondrá de 2500 generales que se podrán conseguir dentro de unas horas en la Sede Social, entrando por el Gimnasio Bottaro.
Dada la exigua cantidad de boletos, y que seguramente se venderán más rápido que los de Madonna, el Club dispuso que sólo podían ser adquiridos por socios con cuota al día y a razón de uno por persona. La venta comienza a las 9, pero si no sale en un ratito...
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