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La Selección igualó 1 a 1 con Paraguay en el Monumental. Con empuje, aunque sin jugar bien, Argentina logró el empate gracias a un gol de Sergio Agüero. El equipo de Basile arrancó bien, aunque un gol tonto en contra, la salida de Abbondanzieri lesionado y la temprana expulsión de Tevez lo condicionaron.

Sergio Agüero grita su gol, el empate de Argentina

Los primeros diez minutos de Argentina en el Monumental parecían traer lo mejor del equipo de Basile en mucho tiempo, la actitud y las ganas de demostrar algo más, de estar en deuda con el público local, como señalaron los propios jugadores, parecía primordial. Sin embargo, un mar de dudas comenzaron en el medio de la cancha, distracciones, pérdidas de pelotas y un gol tonto, todo junto en dos minutos.

Porque a los 12' un pase atrás sin complicaciones aparentes lo sobra en el pique a Heinze. Haedo no se resigna y persigue el balón, el defensor argentino intenta dar el pase de cabeza hacia atrás pero Abbondanzieri había abandonado mal su arco, y el toque del central lo pasa por encima. Gol de Paraguay. Encima, en la jugada entre el delantero guaraní y el defensor nacional rozan con su botín la rodilla del Pato, quien se tiene que ir para complicar aún más las cosas (aunque peor deben estar en Getafe luego de la lesión de Ustari en los Juegos Olímpicos).

Choque entre Abbondanzieri, Heinze y Haedo: gol paraguayo, lesión del Pato

Luego de ese tanto se agrandó la visita, mientras el conjunto de Basile se pinchó casi por completo. Tevez se ganó una amarilla por juego brusco y se lo veía nervioso. Messi sólo encaraba para sí, independientemente de estar en mitad de cancha o en el banderín del corner, Riquelme no aparecía tomando la pelota y Villar miraba el partido de lejos.

En pocos minutos Paraguay tuvo otra chance clara cuando otro error defensivo deja cara a cara nuevamente a Haedo con Carrizo, pero el ex arquero de River anticipa bien tirándose a los pies y evita una nueva conquista.

La impaciencia de la Selección se hizo notar cada vez más, y el corolario fue una brutal e innecesaria plancha de Tevez en la mitad de la cancha, sobre la rodilla de Da Silva. Roja directa y Argentina quedaba con diez jugadores a los 30'.

Recién sobre el final de esa primera etapa llegaría otro tiro de Di María, que en su debut en la Selección mayor (como titular, además) no pudo aportar todo lo bueno que hizo en Pekín. Paraguay seguía dominando el medio, ganando las marcas, y así se fueron al descanso.

En el entretiempo Basile metió mano al equipo y sacó a Heinze y Di María para aportarle dos valores que le cambiaron la cara al equipo: el Cata Díaz y Sergio Agüero, quien terminaría no solo aportando el gol del empate, sino también sería la figura de la albiceleste.

El Kun se asoció con Messi, llevó explosión al ataque, acompañó el eterno empuje de Mascherano, y fue señal de apertura y juego por todo el frente de ataque. A los 15' llegó una linda jugada colectiva entre Messi, Riquelme y Agüero, que finalmente terminaría en el empate argentino. Luego de una serie de pases entre Messi y Riquelme, éste le pone un pase preciso al ex delantero del Rojo, que define con un toque suave de zurda ante la salida de Villar.

El Kun, figura de la Selección

A partir de ese momento casi todo el gasto fue de Argentina, y aún con un hombre menos y sin demasiado fútbol, mereció irse ganador de la cancha de River. Las jugadas que siguieron le aportaron más solidez al equipo de Basile. Agüero estuvo cerca de volver a marcar, Coloccini perdió un cabezazo casi frente al arco, Zanetti y Díaz avanzaron con peligro por los laterales, Riquelme buscó más al Kun... Carrizo, que ocupó con solvencia el lugar de Abbondanzieri, sólo se esforzó para contener un cabezazo de Haedo, promediando los 35 minutos de la segunda parte.

El empate no se movió, el juego en sí generó dudas en la gente, el equipo sigue sin convencer, y salvo arrestos individuales, no se logra una cohesión en los jugadores. Esta vez fue Agüero quien aportó lo suyo, y como tal se fue ovacionado por la gente. Queda mucho por trabajar, lo debe estar pensando Basile también.

Emiliano Penelas

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