0
Reproducimos la nota que Demián Meltzer le realizó para el diario Olé a Ismael Sosa, quien hace 11 meses que no la mete. Igual, Borghi quiere protegerlo. El delantero sueña con el apoyo.

Empezó un nuevo torneo. ¿Borrón y cuenta nueva? No para todos. Alcanzó con que la voz del estadio nombrara a Ismael Sosa como titular para que los hinchas de Independiente se empezaran a codear en la tribuna. Y que un molesto murmullo inquietara los oídos de Borghi sin que la pelota empezara a rodar. Crédito del tablón, cero. Viejas deudas, como haber rechazado en enero una oferta por u$s 6.000.000 para irse a al fútbol ruso. Y otras no tanto que, luego de dos partidos dentro del 11 inicial, obligan al técnico a tomarle piedad al caso. Y al punta de 21 años, aún candidato a dejar el plantel, descargarse en Olé: "La gente se enoja fácil por cosas que son típicas de un partido, como perder una pelota. Mientras no me vendan, voy a seguir dando lo mejor".

-¿Lo entendés o te pasan factura del pasado?
-¿Pasado? El primer torneo con Troglio me fue muy bien (NdeR: 19 partidos, cuatro gritos). Después de que no me quise ir a Rusia, perdí continuidad y no metí goles... Si hubiera tenido suerte de embocarla, todo sería distinto.

Sabe Chuco de qué habla. Lleva 25 juegos sin mojar. Su último grito fue hace 11 meses y dos días, en el 3-0 a Huracán. El Bichi lo regresó a la vida: "Estoy muy contento con él porque me volvió a poner de titular. Ante Estudiantes no jugué tan mal. Y con Vélez hice un buen primer tiempo, me sentí muy bien, como cuando jugué en el torneo con Denis y Montenegro. Corro y meto pero la gente espera más de mí. Sabe que puedo dar más", tiró tras un centro en el travesaño en Liniers y otra clara opción entrando por el segundo palo.

- A Borghi le das pena por cómo te trata la gente...
- La gente es injusta pero tiene derecho a opinar. Lo único que puedo decirles es que cada vez que entro a la cancha defiendo la camiseta y trato de sumar.

- ¿Pedís más paciencia?
- Obvio que el insulto y el murmullo no son la mejor manera de apoyar. Dentro del campo se escucha. Y si mi desempeño no es bueno, el murmullo me pone nervioso. Sé que no deslumbro, pero acompaño mucho. Soy un chico del club que, bien o mal, siempre dejo todo. Y a veces no es fácil poner la cara. Pero me siento con condiciones para sacar esto adelante.

Demián Meltzer
Diario Olé, miércoles 13 de agosto de 2008

Publicar un comentario