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En un partido aburrido, sin grandes jugadas, Argentina le ganó con lo justo a Costa de Marfil, un equipo que fue prolijo y no merció irse en derrota. La selección, por ahora, sigue siendo una suma de nombres y no un equipo. Habrá que mejorar.

Lautaro Acosta y Lionel Messi, autores de los goles


Argentina le ganó en el debut olímpico a Costa de Marfil porque tiene individualidades que -cuando quieren, o cuando se sacan el balde de la cabeza- pueden conectar bien entre sí y hacer la diferencia. Sin embargo, el del Checho Batista todavía no es un equipo, sino que son sólo los nombres volcados en la cancha, como sucede con la Mayor que conduce Basile.

Los africanos, que presentaron un equipo íntegramente Sub 23, se mostraron, sin figuras, como un conjunto sólido que se movió bien, manejó la pelota con prolijidad y complicó en ataque, sobre todo con un muy buen jugador como demostró ser Gervinho, y también con Kalou y Cisse.


Argentina tuvo muchas fallas en defensa, sobre todo por el lado del pibe de los millones, Monzón. El jugador de Boca, pretendido por el Hamburgo, sólo le vio la camiseta al moreno con apellido brasilero que le tocó marcar. En el medio, si bien Mascherano se mostró solvente como se costumbre, no se vio un buen partido de Gago ni de Riquelme en la creación. Messi sigue enroscado en querer ser él contra el mundo, y arriba fue poco lo que aportó Agüero y nada Lavezzi.

La diferencia está en que, a pesar de no mostrar cambios de ritmo o sorpresas, de golpe se produce una hermosa combinación entre Riquelme, Messi y Agüero, que casi se convierte en el primer tanto cuando el Kun la cruzó y la pelota se fue a un par de centímetros del palo. Y ahí da gusto. Como el pase que Riquelme, disfrazado de Fredes, le puso a Messi, que entrando como Núñez define abajo ante la salida del arquero para emular con su tanto al que el Rojo le hiciera hace dos días a Estudiantes.


En el segundo tiempo los africanos llegaron al empate por intermedio de Cisse, y justo es decirlo el resultado se ajustaba más a lo que se estaba viendo. Batista decidió dos cambios que fueron claves. Di María le aportó frescura al ataque. Intrépido, demostró que está para ir de titular.

El triunfo vino de la mano de una jugada típica de "viveza criolla", cuando un tiro libre se juega rápido, agarra a la defensa marfileña distraída con Messi entrando al área, remata cruzado y el arquero da un rebote que aprovecha Lautaro Acosta, que sólo la tuvo que empujar para poner el 2 a 1 definitivo, a cuatro del final.

Está bien haber ganado, hay que mejorar el juego.

Emiliano Penelas

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Sergio dijo... 7 de agosto de 2008, 12:58 p.m.

Y eso que no lo llevaron a Didier ¡Mamita si venía Drogba! El problema lo tenemos en el mediocampo con Riquelme y la "promesa" de Gago. Saludos.

Anónimo dijo... 7 de agosto de 2008, 5:35 p.m.

gracias por pasar pòr mi blog, y ya estas en mis links. Con resceto al partido, coincido con tu informe, no me gusto mucho como reflejo en mi post. el titulo tuyo es muy preciso: TE DUERME
abrazo

La Caldera del Diablo dijo... 7 de agosto de 2008, 10:11 p.m.

Sergio: es cierto, no llevaron ningún mayor de 23.
Línea de 5: con la modorra del madrugón... el primer tiempo se hizo difícil de aguantar. Contra Australia, ¡a seguir toda la noche del sábado!
Un abrazo

Emiliano

Andres dijo... 1 de abril de 2016, 3:19 a.m.

Messi constantemente cambiando de táctica;
Creo que puede ganar más honor para el equipo nacional de Argentina