0
En una tarde gélida en La Plata el muletto de Borghi sólo calentó los motores quince minutos, hizo un gol y se salvó de varias situaciones que le creó Gimnasia. Si el Lobo no ganó es gracias a los arqueros de Independiente, la fortuna y la mala puntería de los platenses.


Si bien no era el Independiente titular, o al menos los nombres que se espera pueden pararse en el campo de juego "oficialmente", muchos de los que participaron hoy serán sin dudas piezas claves del Rojo en el campeonato y la Copa. Y la imagen dejada hoy en el Estadio Ciudad de La Plata fue bastante pobre.

El primer tiempo directamente se podría decir que el Rojo no pasó de la mitad de cancha. Salvo un tiro desde lejísimo de Montenegro y alguna escapada fallida de Sosa, Independiente no coordinaba, no lograba hilvanar dos pases consecutivos, perdía la pelota en las formas más desorbitantes y dejaba todo el campo al rival.

Gimnasia, que tampoco es el Manchester, sabía que siendo local debía dar una mejor imagen. Sanguinetti puso lo mejor que tenía, y el equipo evidenció buen juego, manejo de pelota y sobre todo se encontró con una facilidad para llegar hasta Assmann que por momentos era desconcertante hasta para los propios hinchas Triperos, acostumbrados a épocas de vacas flacas como sus amigos de racing.

El Pampa Sosa, Messera y compañía complicaban a la defensa del Rojo, que como dirían en el barrio, "no daba pie con bola", sobre todo por los laterales, una invitación al desborde y centro atrás. Si Gimnasia no se fue ganando ese primer tiempo es porque Assmann fue claramente la figura del equipo. Con un par de atajadas sobrias y efectivas. Borghi planteó línea de cuatro en esa primera mitad, con Moreira, Gioda, Caracoche y Di Gregorio.

Desde el arranque de la segunda mitad, además de salir Gandín, el único de los refuerzos que fue titular y tuvo una actuación flojita, como el equipo, el técnico se decidió a cambiar la defensa, pasando a jugar con tres. Mandó a Damián Ledesma al fondo, junto a Gioda y Moreira.

La hinchada del Rojo, en La Plata

En esa segunda etapa también debutó desde el inicio Federico Higuaín y Emanuel Centurión, ambos también con una pobre performance, pero Centurión pudiendo mostrar algo más.

Esos quince minutos del inicio del complemento fueron lo mejor del Rojo en el partido. Más jugado en ataque, avisó Ismael Sosa, luego el Pipita Higuaín y finalmente a los 13' llegó el gol de Montenegro, con un toque en el área luego de un corner.

Con el tanto se apagó lo que dio Independiente, y el partido volvió a ser lo que era, con Gimnasia más activo, atacando y preocupando a la defensa visitante. Messera se perdió un par increíbles, tiro en el travesaño incluido, y Roberto Sosa tampoco estuvo acertado, además de un par que pudo sacar Assmann, que se iría reemplazado por Adrián Gabbarini, que jugó poco más de 20 minutos, manteniendo el buen nivel y seguridad que había exhibido el arquero titular.

En los últimos minutos, cuando el Lobo se daba cuenta de que esa no era su tarde, Independiente pudo haber aumentado la diferencia pero Sessa estuvo bien y los delanteros del Rojo fallaron en la definición sobre el Patito Rodríguez. El miércoles se define el Torneo de Invierno frente a San Lorenzo, en Mar del Plata.

Emiliano Penelas

Publicar un comentario