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Publicamos la nota que Martín Macchiavello le realizara para el diario Olé al ex delantero de Independiente. Cachavacha habló de jugar la Champions con el Atlético de Madrid, el Mundial con Uruguay, y por supuesto, de Independiente.


Podría ser mentira. Un reflejo auditivo, un sentimiento melancólico. Saudade dirían los brasileños. Pero no. Diego Forlán sabe de lo que habla. Allá en Las Rozas, en un coqueto barrio privado a las afueras de Madrid, el delantero del Atlético, ni siquiera conoce el silencioso ruido de las locomotoras de Renfe, la empresa ferroviaria española. Aunque aún guarda en sus oídos el cadencioso paso del Roca, vía Quilmes, por el terraplén lindero a los monoblocks de Avellaneda, a la vieja pensión de Inferiores. "Si pudiese volver el tiempo atrás haría lo mismo. Ese año y medio fue espectacular. Recuerdo a la uruguaya que nos cocinaba, los pibes, las caminatas para almorzar en la sede, la única tele... Y el tren, claro", rememora ante Olé, tan rubio como en aquel verano del 97, cuando su viejo, Pablo, vía Pastoriza, lo dejó en la Quinta de Independiente. Hoy, mientras practica con su Selección en el complejo Uruguay Celeste (jugará ante Venezuela y Perú por Eliminatorias), con 29 años, no ha perdido el pelo. Ni las mañas. Ni la memoria. Por eso, recién llegado a sus pagos después de dejar a los Colchoneros en Champions tras 11 temporadas de ausencia, el compañero de Sergio Agüero no dudó en pisar el Amalfitani para ver el clásico de Avellaneda: "Desde que me fui a jugar a Manchester hace seis años y medio, que no veía fútbol argentino. En la cancha, eh".

-¿Sensaciones?
-Fue raro y especial. Sólo conocía al Rolfi. El estar ahí y ver esas tribunas, tanta gente de Independiente, viejos amigos... Escuchar a la hinchada, cantitos... Se me ponía la piel de gallina. Lo viví como un hincha más. Lo hubiese disfrutado más si ganábamos. Me recordaba cuando dentro de la cancha estaba yo.

-Te fuiste con 39 goles en 91 juegos. ¿Cambiaste?
-Me fui como delantero pero, por diferentes circunstancias, ahora estoy jugando un poquito más atrás. Tanto en la Selección como en Atlético. Kun se queda más de 9 y me muevo por los costados, tratando de llegar, de conectar con los volantes. Función distinta a la que tenía en Villarreal y en Inglaterra, pero más linda. Ojo, me siento cómodo. Jugar de delantero es lo más lindo.

-Retrasado, gritaste 23 veces en una temporada. Y clasificaste para tu tercera Champions...
-Fue un año muy bueno. El gol es lo que me gusta, una sensación única, una felicidad, no importa cómo sea, lindo, feo, ves que la pelota entra y te alegrás. También me gustan los resultados deportivos, eh.

-Tu esencia no cambió: sos la cara charrúa de Unicef. ¡Hasta lo reemplazaste a Francescoli!
-Estoy agradecido. Me eligieron para ser la imagen, el embajador del Uruguay, una referencia para los niños. Me encanta jugar al fútbol pero la persona que hay detrás es lo más importante. Sigo haciendo lo mismo y siendo el mismo. Con los modos y los valores con que mis padres me criaron. Soy el uruguayo de siempre. El gen rioplatense no lo perdés.

El domingo pasado, en Liniers, viendo el clásico de Avellaneda

-¿Y las costumbres? De pibe, estuviste entre el tenis y el fútbol.
-Allá lo juego, eh. Una vez, nos divertimos mucho en un dobles con Kun. Le ganamos al calentón de Maxi (Rodríguez) y a Fernando Belasteguín, el campeón del mundo de padel.

-Otra no te queda, ¿no? Mano a mano con Agüero sería 6-0, 6-0, 6-0...
-Cada dos por tres me pide un desafío. Pero, yo jugaba de chico y Sergio se anima recién. El padel le resulta fácil y, por no haber jugado, le pegaba más que bien.

-¿Y juntos en el Libertadores de América?
-La diferencia de edad no nos beneficia. Tiene 20.

-Vení solito. Tu contrato vence en 2011 y tu cláusula es de 36 millones de euros aunque...
-Siempre mostré mis ganas de terminar mi carrera en Argentina. Veremos qué pasa. Por ser extranjero, el cariño que me sigue dando la gente es espectacular. Hasta en España me piden que vuelva al Rojo. Hinchas de Independiente hay en todos lados. Igual, uno tiene que ser consciente de lo que decide. Si volvés, lo tenés que hacer en un buen momento. Porque la exigencia es normal. La gente no te perdona y quiere resultados. No sólo verte otra vez. Robar no.

-Vos estás limpio. Si hasta tu venta vino bien...
-Todavía me acuerdo cuando le hice los dos goles a Boca en la Doble Visera. Ellos venían de ganarle la Intercontinental al Real Madrid. Fue 3-0. Ahí empezaron a cambiar las cosas. El gol a racing también fue especial. Lástima que nos empataron sobre la hora.

-¿Y mientras? ¿Quedan deudas pendientes?
-He logrado cosas. En el 2004 fui Botín de Oro europeo con Henry. Salí campeón con Manchester, clasifiqué a copas internacionales. Quiero hacer una buena Champions con el Atlético, un título. Igual, le apuntaría a lo que venga. También en Sudáfrica 2010 con la Selección.
-Y una Libertadores...
-Je, sólo jugué la Mercosur del 2000 y del 2001. Me acuerdo cuando veía los Peñarol-Independiente, los comentarios de mi viejo... ¿Qué coperos, no? Sería lindo jugarla.

Martín Macchiavello
Diario Olé, viernes 6 de junio de 2008.

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