Argentina empató sin goles con Estados Unidos, en un domingo en el que los hinchas del Rojo estuvimos condenados a ver un nuevo bodrio, esta vez de Selección. Con partidos así, a los yanquis nunca les va a gustar el fútbol...
Si bien es difícil imaginar que el tremendo estadio de los Giants de Nueva York se llene de la manera en que lo hizo esta tarde-noche con un partido de fútbol, lo más probable es que si se repiten los juegos de este nivel, es muy difícil que el fútbol desplace a los deportes tradicionales norteamericanos, donde la dinámica, los tantos y las emociones predominan. Nada de eso pudieron ver hoy los 70.000 espectadores que llenaron la cancha.
Un primer tiempo olvidable y un segundo más que lamentable hacen que este partido no necesite más comentarios que señalar que los últimos minutos se jugaron bajo un diluvio, con pierna fuerte y muchos amonestados, incluída la expulsión de Mascherano.
Sergio Agüero, a quien le cometieron un claro penal en la situación más favorable que tuvo la Argentina en el partido, fue el jugador más destacado del equipo de Basile.
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