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Justo el día que había que atrasar el reloj, Independiente tuvo una ráfaga en la que volvió al pasado. No fue al '84, como quería Comparada, pero el Rojo mostró, en diez minutos del segundo tiempo, algo de lo que fue el arranque del Apertura '07. No fue mucho, pero alcanzó a apagar el incendio que se venía luego de un primer tiempo pobrísimo.
Montenegro grita con rabia el gol que abrió el encuentro

Dolían los ojos luego del primer tiempo de Independiente. Gimnasia lo superó ampliamente, tuvo mejores situaciones de gol y dominó a placer en el campo Rojo. Salvo algunas contras de Fredes, un poco de claridad aportado por Montenegro y el empuje que ponía Denis, a pesar de estar solo contra el mundo, Independiente continuó con la pálida imagen que dejó en la Bombonera. Hace seis días.

Las banderas "Troglio, el domingo te recibiste de cagón" o "Chau Troglio, esto es el Rojo", parecían flamear cada vez con más fuerza. Los murmullos de insultos y el "hoy hay que ganar" se hacían cada vez más fuertes, hasta que Lunatti marcó el final de una etapa oscura.

Denis, otro que por suerte tuvo una buena noche y volvió al gol


Ni amor propio ni fútbol ni reacción mostró Independiente en esos primeros 45 minutos de juego. Mientras, el equipo del Topo Sanguinetti, bien ordenado, salía armando juego por los laterales, complicaba a Machín, presionaba en la salida, y dejaba sin nada que hacer a Ledesma, que ni marca ni juega.

Seguramente en el complemento algo de todo esto tiene que haber calado en los jugadores y el cuerpo técnico de Independiente, porque el segundo tiempo lo salió a jugar de otra manera. Y en algo la suerte también lo ayudó.

De entrada se notó un mensaje más claro: Patricio Rodríguez por Machín. El juvenil, que terminó yendo al banco (Fredes fue titular en lugar de Grisales), si bien no cambió él el partido, puso un punto de atención especial en los defensores del Lobo, y se mostró como variante de juego.

Y hablábamos de la suerte porque de todas formas no sabemos qué podría ocurrir si pasado un cuarto de hora sin convertir no hubieran bajado los cantitos en masa desde la tribuna. Sin embargo, a los dos minutos Montenegro se iba de frente al área y Alderete lo baja antes de entrar. En el tiro libre Fredes la pisa hacia un costado y el Rolfi conecta un tiro rasante que se mete en el ángulo inferior izquierdo de Kletnicki. El 1 a 0 abrió el juego, que se hizo dinámico y con muchas más situaciones.

Di Gregorio no lo puede creer: acaba de marcar el 2 a 0

Fue así que Di Gregorio a los nueve minutos del segundo tiempo, pudo capturar un rechazo corto de Lucas Landa y puso el 2-0 con un fuerte remate. Sin poder creerlo, el juvenil se tomó la cara y cayó al piso, quizás con alguna lágrima por haber marcado su primer gol en Primera.

Dos minutos más tarde, a los 11, era Germán Denis quien, luego de un bonito pase de Patricio Rodríguez, anotaba el tercer tanto en nueve minutos. Gimnasia estaba desdibujado, el Rojo era otro, la fiesta pasó a las tribunas y se empezó a cantar por el triste presente de racing.

Un descuido hizo que Escobar anotara el gol para Gimnasia. Los treinta minutos que siguieron prácticamente estuvieron de más. El Lobo no podía llegar, salvo una intervención de Piatti, y el Rojo desperdició un par con Denis, el Patito y el Rolfi. Entre el palo y Kletnicki impidieron que se aumentara la diferencia.

Emiliano Penelas

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