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Sólo un cuarto de hora fue lo que Independiente jugó en la Bombonera. A pesar de estar más de un tiempo con un hombre de más y en ventaja en el marcador, la actuación del equipo de Troglio fue muy pobre y el punto tiene sabor a hazaña sólo por no haberse ido humillados por la goleada que Boca no supo concretar y que Assmann evitó.

Germán Denis lucha ante la marca de Paletta.
El central de Boca se iría expusado a los 44' del primer tiempo

La jornada de hoy en la Bombonera arrancó con emoción y un dejo en el aire que hacía presumir que de una vez por todas se iba a romper el maleficio de años sin irse con una victoria de esa cancha.

A pesar de que fue Boca quien tuvo la primera ocasión, bien cubierta por Herrón, Independiente fue el que apretó arriba y comenzó a llegar por los laterales, abriendo la cancha para Machín, quien en la primera que recibió muy bien jugada al vacío por Montenegro, tiró un centro al área chica para Denis, que entraba por el medio del arco. No hizo falta que la pelota llegara hasta el goleador porque el paraguayo Cáceres, en su esfuerzo por sacarla, terminó metiéndola en su propio arco.

Luego de esa llegada Independiente no se replegó, sino que siguió buscando y puso en peligro a su rival hasta el minuto 15. Boca no podía parar los desbordes del Rojo, que con un Montenegro inspirado, Grisales tocando y clarificando y Machín proyectándose por la punta derecha, ponían el partido en juego en terreno Bostero. Denis se lo perdió por poco, y Matheu, entrando como número 9, tampoco llegó a empujar otro centro que cruzó el área chica.

Lamentablemente, luego de ese aluvión todos los de camiseta colorada comenzaron a retroceder inexplicablemente, cediéndole a Boca (y a Riquelme) todo el frente de ataque. Si bien el Xeneize, siendo local, debía ir en busca de revertir el marcador, y con eso empujar al Rojo contra su arco, entendemos que el equipo fue demasiado atrás y prácticamente no cruzó la mitad de la cancha en lo que quedó de la primera etapa.

Para mal de males el Rojo terminó esa primera mitad con los cuatro del fondo amonestados, y con la condición de no poder excederse en la marca por el resto del partido.

A los 44' fue la expulsión de Paletta, quien fue con los dos pies hacia adelante sobre Freddy Grisales y Boca quedó con diez.

Duelo charrúa en la Bombonera: Guillermo Rodríguez y Álvaro González

En el segundo período la cosa no cambió mucho, e Ischia ni siquiera se vio en la necesidad de colocar un defensor más: no lo necesitaba, porque Independiente no atacaba. Con un central condicionado por el gol en contra y otro fuera, el Rojo jamás presionó allí. Para peor, Boca lastimaba con pases bajos por el centro del campo, donde Riquelme recibió siempre solo para distribuir a los costados. Morel Rodríguez y Dátolo, de buen juego los dos, habrían llegas en los laterales que ni el medio ni la defensa supo cómo cerrar.

A los 9 minutos una pared de las tantas que se dieron en la propia área de Independiente (el local llegaba tocando casi hasta el cuadro menor), esta vez entre Dátolo, Boselli y Riquelme, hace que el 10 coloque una pelota precisa en el ángulo inferior izquierdo de Assmann.

A partir de ese momento algo en el amor propio pareció repercutir en los jugadores del Rojo, que empezaron a subir un poco más. Apareció Montenegro, que no jugó por casi 45 minutos, puso mucha garra Denis, y en el fondo, con el empuje de Rodríguez y Gioda, parecía que podía darse otro resultado. Pero no, Boca siguió atacando, Riquelme fue demasiado para todo el mediocampo, y Palacio, gracias a no estar en una buena tarde, perdonó varias veces.

El que sí tuvo una tarde excelente fue Assmann, quien sacó muchas pelotas clave y se convirtió en la figura de un equipo tibio que terminó pidiendo la hora y festejando el punto, ganado luego de quince minutos de juego y 75 de intrascendencia.

Emiliano Penelas

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Miedo Escénico dijo... 10 de marzo de 2008, 8:20 a.m.

Si bien el Rojo no jugó bien, me parece que los medios y la parcialidad boquense estan un tanto subidos a una ilusión.
Si tanto merecieron ganar porque no lo habrán hecho?
Riquelme no ha jugado un gran partido como dicen los medios, es cierto aparece un segundo y hace la magia que ha hecho, pero ahí quedó su performance el domingo.
El Rojo tiene que mejorar, pero aunque suene mediocre por lo menos no perdimos el primer clásico oficial del año.

La Caldera del Diablo dijo... 10 de marzo de 2008, 12:57 p.m.

En parte coincido, porque Boca no ganó por impericia propia, pero también porque Assmann atajó muchas pelotas complicadas. No te olvides además que Independiente jugó 50 minutos en ventaja, 47 con un hombre más y ante un equipo que 72 hs. antes había jugado por la Copa...