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Pedro Troglio esbozó en un par de ocasiones la posibilidad de irse si los resultados no acompañaban. Comparada salió a bancar al entrenador en defensa de su gestión, en medio de un año electoral, pero en la semana le pidieron que no sea tan verborrágico en sus declaraciones. ¿Cuánto tiempo más se sostendrá la situación? ¿Una victoria volverá a calmar las aguas?

Si la pelotita entra cambia el tango...


Si bien la tempestad está lejos de las costas del Rojo, hay nubarrones que podrían anticipar una tormenta que sólo se podría salvar con un par de pelotitas adentro del artco contrario. Así de dura y difícil resulta la situación de cualquier técnico, pero en el fútbol argentino aún más.

No fueron felices las últimas declaraciones del entrenador de Independiente, Pedro Troglio, cuando puso plazos a su gestión e indirectamente hizo sentir que no se encontraba respaldado. Los dirigentes, rápidos de reacciones en medio de un año electoral, ratificaron que en el Club no se hechan técnicos, y prueba de ello es el tiempo que se los sostuvo a Falcioni y Burruchaga, más allá de flojas campañas.

A todo esto Comparada, mediante algunos miembros de la subcomisión de fútbol, le pidió a Troglio que trate de mantener un perfil más bajo, alejado de la exposición mediática y sobre todo de rutilantes titulares que ponían en un mal lugar tanto al Club como al propio cuerpo técnico.

Si bien es cierto que Independiente hace tiempo que no demuestra en la cancha nada nuevo y que tampoco consigue resultados positivos, creemos que los procesos deben terminar.

Se ha tensado un poco la cuerda entre dirigentes y técnico, por ahora los hinchas no son demasiado críticos, pero la situación no se calmará si el sábado no se consiguen tres puntos contra Argentinos y sin dudas que el siguiente encuentro, contra Boca en la Bombonera, es innegable que tiene una carga especial para quien se siente en el banco esa tarde.

En definitiva, si la "caprichosa" entra, sale nuevamente el sol en Avellaneda.

Emiliano Penelas

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