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Independiente resucitó con fútbol frente a Huracán. La noche del sábado, al término del empate frente a San Martín de San Juan, nos preguntáramos si de la manera en que se había dado el encuentro no terminamos ganando un punto. El vaivén de la séptima fecha hizo que quedáramos en la punta, y que catorce equipos entraran en sólo tres unidades.
Este martes, ante otro rival necesitado, que venía de dos derrotas consecutivas y un extraño cambio de técnico, era salir a matar o morir. Y así se dio todo el primer tiempo. Tanto el Rojo de Troglio como el Globo de Ardiles, aprovechando la cancha rápida producto de la gran cantidad de agua caída durante todo el día en Buenos Aires, cruzaban la media cancha en busca de los arcos rivales. Sin mucha ortodoxia, el partido era emocionante.

La salida del equipo, espectacular como siempre

De todas formas, salvo un sobresalto producto de una excelente jugada de Varaldo, que Sánchez Prette, solo frente al arco, no supo aprovechar y fue bien hostigado por Assman, que tuvo finalmente una noche sólida a la altura del gran arquero que sabemos que es. Por el lado del equipo de Troglio, una actitud distinta, una salida a la cancha en donde Montenegro se puso a manejar los hilos con rapidez y efectividad. Asistió a todos y distribuyó el juego.
Promediando la etapa ya se notaba que el gol estaba al caer. Si hasta Moreira, más tirado al ataque que lo acostumbrado, llegó a una clara posición (en el segundo tiempo iba a tener otra llegada, definiendo cerca en posición de 9). También Mareque se fue por su lateral, favorecido por el quedo de la defensa quemera.
Germán Denis, de excelente partido, volvió a ser el goleador que necesitamos, pero también jugó con el resto del equipo, poniendo en situación clara de gol en un par de ocasiones a Sosa, quien primero lo perdió por poquito, pero luego conectó a la red un gran centro de Fredes, cada vez más consolidado, compañero del Rolfi en la creación y apoyo de Calello en el medio. Ahí comenzó una presión aún mayor, que desembocaría en la segunda conquista, a sólo dos minutos, luego de un fallido corner de Huracán, gran contragolpe de Sosa, centro a Montenegro, quien recibe y toca para Denis, que entrando por derecha convierte con un disparo fuerte y cruzado.

Yo te sigo a todas partes...

El segundo tiempo sólo hubo un equipo en cancha, que terminó regulando el encuentro, gracias también a los cambios que hizo Troglio. Huracán no supo ni tenía recursos para dar vuelta el encuentro, e Independiente trabajó a media máquina, dando la impresión de que podía golear si se lo proponía. El tercer gol fue la consecuencia lógica del momento de ambos equipos, y una nueva alegría para Denis, goleador del torneo ahora con nueve tantos.
Volvimos a la punta, pero lo más importante es que volvió el fútbol.

Emiliano Penelas

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