Un empate con gusto a poco

Independiente jugó mejor en Santa Fe pero no le alcanzó. Dos veces estuvo en desventaja y dos veces lo empató con goles de Blanco, el mejor de la cancha, y Benegas, al minuto de ingresar. El resultado deja al Rojo muy lejos de la clasificación. 

No le alcanza a Independiente ni cuando juega mejor, y no le alcanza el empate logrado en Santa Fe para pensar en seguir con vida en la fase final de la Copa de la Liga, a cuatro fechas del final de la zona de grupos. 

Al comienzo del partido el Rojo jugaba mejor, manejaba la pelota pero no era profundo ni tenía presencia en el área rival. Una incursión en el área que terminó en off side de Batallini y luego un remate lejano de éste fueron lo mejor que ofrecía el equipo de Domínguez hasta que Beltrán, de contragolpe, ponía el 1-0 para Colón. El delantero se aprovechó de una pérdida en ataque del Rojo, corrió 60 metros, hizo una pared en el medio con el Pulga Rodríguez y definió cruzado ante Sosa, que esperó petrificado en la línea.  

Por suerte el equipo respondió rápido y golpeó al Sabalero a los 29 minutos, en una jugada que comienza con un muy buen centro de Batallini que encuentra en posición de 9 solo por el medio del área chica a Domingo Blanco, que empató de cabeza. Y fue Batallini quien cerca del final tuvo otra chance aprovechando un error defensivo del rival. 

Tras haber redondeado un buen primer tiempo, Independiente salió mucho mejor en el segundo, superando a Colón con la tenencia de la pelota, y generando juego a partir de los encuentros entre Pozzo, Soñora y Blanco, por lejos el mejor de la cancha. 

Sin embargo, una pelota perdida por Togni derivó en otra contra Sabalera, una falta a metros del área y el Pulga Rodríguez que ejecutó un tiro libre impresionante al ángulo de Sosa, que había entregado su palo.

Domínguez movió el banco y mandó a la cancha a Benegas, que en la primera que tocó la mandó adentro, tras un buen centro preciso de Laso. El Tanque puso su olfato goleador y la cabeza para volver a empatar. 

Sin embargo, la salida de Pozzo y Benavídez, con el ingreso de Roa, hicieron que el equipo perdiera el mediocampo y le costó volver a llegar con peligro salvo alguna combinación aislada de Blanco y el Chila Márquez. El 2 a 2 no pareció servirle a ninguno, pero al Rojo menos.

Emiliano Penelas