El Rojo no jugó bien en La Plata, pero cuando mejor estaba en el partido sufrió otro error arbitral garrafal, y quedó con uno menos tras la expulsión de Ortega. Apostando al empate, Sebastián Sosa fue el héroe en los penales, atajando dos. Ahora, a semifinales.
El partido fue mediocre, muy pobre, con los dos equipos jugando a no perder. El Pincha tuvo un cabezazo en el travesaño. Y recién sobre el final del primer tiempo Independiente salió un poquito más y tuvo las chances más claras.
En la segunda parte el Rojo arrancó mejor, quiso salir a buscarlo, encontraba en Domingo Blanco su mejor hombre en ataque, poco de Silvio Romero, mucha torpeza por parte de Sebastián Palacios. No obstante, hacía mejor las cosas. Hasta que Echavarría, en cinco minutos cambió todo.
Primero fue una amarilla para Thomas Ortega, y luego una jugada donde ni lo toca al delantero de Estudiantes termina sacándole la segunda amonestación al juvenil de Independiente, y se quedaba con diez a falta de media hora. Desde ese momento, el Rojo se refugió, Estudiantes no supo cómo encararlo y los penales eran el camino que más parecía cerrarles a ambos.
Y allí apareció la figura de Sebastián Sosa para quedarse con los primeros dos remates del Pincha. El Rojo pateó con calidad, y sacó pasaje a San Juan, donde se jugarán las semifinales de la Copa de la Liga. Las lágrimas de Falcioni, el día en que volvió al banco, también emocionaron a todos.
Emiliano Penelas
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