Lo perdimos solos

Con varias ingenuidades y un planteo que todavía no se entiende, Independiente perdió el clásico por 3 a 1.

Salió mal parado Independiente en el primer tiempo, y racing se aprovechó del desorden en las líneas para ponerse en ventaja apenas iniciado el partido. Un corner, la montonera en el área y Burdisso en contra pusieron en ventaja al visitante. Los minutos que siguieron fueron caóticos, sin orden ni ideas furbolísticas. Algo de Bustos con empuje, y la guapeza de Benítez para ir al choque, pero no mucho más.

Hasta que de a poco Domingo empezó a ganar el medio, abrir la cancha, asociarse con Gaibor, que también creció y manejaba la pelota. Poco de Hernández y Cecilio, sus socios naturales. Hasta que llegó un desborde por izquierda y Arias le tapó el disparo a quemarropa a Benítez. Minutos después tapó otro cabezazo letal.

El Rojo crecía de a poco, racing se resignaba a jugar de contra. Estaba muy atado Verón en la banda derecha, mas preocupado por tapar las subidas de Soto que por crear él. Sin embargo en la que se soltó llegó al fondo y su centro lo encontró a Gaibor para empatar el encuentro. Arias debió haber sido expulsado en la última jugada, cuando fue a bajar a Benítez fuera del área, pero Pitana sólo le mostró la amarilla al arquero.

Cuando la remontada parecía posible, una  ingenuidad de Franco dando un penal en vez de reventarla a la tribuna le dio la chance a Lisandro López de poner otra vez a racing arriba. Domingo en el medio y Cecilio por la banda era lo único distinto en un Rojo que iba sin muchas luces. Menéndez, de prestado en Qatar a ingresar al clásico, aportó frescura y velocidad, y el equipo de Holan estuvo cerca del empate. Sin embargo ya con el equipo jugado a buscar el empate, el rival se encontró con una contra letal y liquidó el partido.

Emiliano Penelas