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El uruguayo expresó sus deseos de volver a ser entrenador, y recordó su llegada a Independiente, y el gran apoyo del Pato Pastoriza.


Antonio Alzamendi fue el ganador de la primera Encuesta de El País como Mejor Jugador de América en 1986, y a raíz de eso el diario uruguayo lo buscó en su casa de Cardona, el pueblo de su esposa, Luján, para entrevistarlo.

“Tengo canchas de fútbol cinco y salón de fiestas acá en Cardona. Me gustó el lugar y la gente. Tengo buena relación con el pueblo. Y me decidí a montar el negocio acá, en un pueblo tranquilo. Pero siempre esperando volver a dirigir”, contó Antonio sobre su vida.

Lleva cinco años sin entrenar, su último equipo fue Chalaco en Perú. “Paré un tiempo, quise alejarme un poco del fútbol. Por enojo y también porque tuve una situación muy complicada con mi mamá y mi hermana, que fallecieron. Y luego monté el negocio con mi señora y me quedé trabajando acá. También me metí en la política en Durazno, y me mintieron y me dejaron afuera. Una serie de decepciones. Y se me fue pasando el tiempo. Hoy veo mucho fútbol y estoy con ganas de dirigir otra vez”, explicó.

Como técnico, Alzamendi dirigió en Perú, Uruguay y Guatemala. “Con Fénix me fue bien, fui campeón de la Liguilla. También en Deportivo Maldonado, donde exploté como entrenador. En la selección de la B anduve muy bien, igual que en Perú. Anduve siempre parejo. Volví con ganas de entrenar acá (en Uruguay), pero lamentablemente no se dio. Escuchabas que necesitaban técnicos de experiencia, pero los que menos la tenían eran los que trabajaban. Ese es parte de mi enojo. Entonces me fui abriendo un poco. No tengo un empresario fijo, salvo Néstor Cuevas, que fue quien me llevó a Perú. No se me han abierto las puertas. Hoy está todo muy agarrado, muy tomado. Si no tenés padrino o no estás metido en la rosca, se complica para trabajar. Y yo me manejo prácticamente solo y no dejo que nadie me toque mis pensamientos y mi forma de pensar. Y eso te perjudica en el fútbol. Hay dirigentes que están metidos en el tema de elección de jugadores; en Argentina lo de las barras bravas y no sé si acá no pasa lo mismo. Hay muchos negocios que uno no acepta o no está en ese juego”, añadió.

“Estoy deseando volver a dirigir. Creo que estoy capacitado, ojalá se me abran las puertas nuevamente. Me tengo mucha fe. A veces no se entienden algunas cosas, pero el fútbol es así. Ojalá se me dé y si no , la voy a seguir peleando acá con mi esposa, como hemos hecho todo este tiempo”, enfatizó.

Dice que presentó un "un proyecto para juveniles y otro sobre la forma de manejar River a nivel institucional" con Antonio Caselli, y también recordó su paso por Independiente. “Todos fueron buenos momentos. Cada etapa tuvo sus momentos lindos. No me puedo olvidar de Sud América. De don Roque Santucci, de los entrenadores que tuve y los compañeros que me enseñaron mucho. Yo era un chico de afuera y recibí todo el apoyo de esa institución. Don Roque me dijo que si andaba bien me llevaba a Independiente, y lo hizo”, relató.

Allá, en el Rojo de Avellaneda tuvo como técnico a Omar “Pato” Pastoriza, quien fue su padre futbolístico, aseguró. “Me mimó y me cuidó. Cuando recién llegué a Argentina vivía en González Catán y me tomaba dos ómnibus para ir a entrenar. Cuando llegaba me lavaba los pies en una canilla porque en invierno era puro barro. Y volvía a mi casa a las ocho y al otro día otra vez levantarme a las seis de la mañana para ir de González Catán a Avellaneda. El ‘Pato’ se enteró donde vivía y fue él mismo a buscarme en una camioneta. Me levantó con mis hijos y me hizo dar un apartamento en Avellaneda, apenas a dos cuadras del estadio. Él siempre estuvo al lado mío, en todo momento. Esas son cosas que no se olvidan”.

Aunque antes no se ganaba como ahora, dijo estar tranquilo económicamente. “Tengo mis cosas y mi señora, que trabajó siempre y se jubiló de profesora de Educación Física, también. Además, a mi lo que más me importa es estar feliz y tranquilo. Lo que nosotros ganábamos no era las cifras de ahora y después me fue mal en algunas cosas. Pero eso no me hace la felicidad. Estoy muy feliz con lo que me ha pasado en la vida en los últimos tiempos”.

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