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Se terminaba el primer tiempo y Maximiliano Meza recibía un extraordinario pase al vacío de Viruta Vera. El ex Gimnasia entró al área, el arquero Ibáñez salió con ímpetu y el volante Rojo lo saltó. El piletazo fue cobrado como penal, y Víctor Cuesta tomó la pelota y lo cambió por gol. 



La decisión de que pateara el capitán de Independiente sorprendió, pero el mismo defensor se encargó de contarlo en la conferencia de prensa, diciendo que se tenía fe y durante la semana había estado practicando remates desde los 12 pasos.



Fuerte, arriba y al medio, el tiro de Cuesta selló el 1 a 1 ante Tigre en el Libertadores de América.

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