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El pasivo ascendía a 575 millones de pesos cuando asumió Hugo Moyano. Hay pruebas del desastre económico en la Justicia, pero la causa no avanza. En los libros de caja aparecen pagos a barrabravas y a la Policía Departamental de Avellaneda.


Bebote o BB –según las iniciales con las que figura en las planillas de caja de la Tesorería de Independiente– no era el único que recibía miles de pesos en negro durante la gestión de Julio Comparada en el club de Avellaneda. El jefe de la barra brava era el que recaudaba más. Pero el Coprosede o ex Comité Provincial de Seguridad Deportiva también recibía pagos en condiciones semejantes, además de la Policía Departamental. En la lista de la que Página/12 brindó un anticipo el 25 de marzo pasado, había de todo. Desde un jefe de seguridad, periodistas y hasta la AFIP. Esta prueba documental sigue en la Justicia desde el 3 de mayo de 2013, en el marco de una causa que no está cerrada aunque tampoco avanzó lo suficiente, según se desprende de la última petición de medidas que solicitó en el expediente el ex presidente Claudio Keblaitis. El mismo que denunció: “Carece de explicación racional que la investigación se encuentre virtualmente paralizada, no sólo porque no se avanza en actos de imputación respecto de los denunciados, sino porque ni siquiera se ordenan las medidas de prueba más elementales para esclarecer los hechos...” Los acusados son ex dirigentes.

Hoy, Keblaitis –quien sucedió en el último tramo de su mandato a Javier Cantero y llamó a elecciones anticipadas– dice que “la denuncia la hice en mayo-junio de 2014 para que no muriera la causa y que no la tuvieran cajoneada. Es evidente que no hubo acción de la Justicia y podría ser por cierta connivencia con la gestión de Comparada”.

El ex presidente transitorio de Independiente pidió una pericia contable sobre la documentación que había presentado Cantero hace casi dos años, porque daba cuenta “de un modus operandi consistente en administrar los fondos en perjuicio del club y en beneficio de terceras personas”. No se refería únicamente a las planillas donde figuran Bebote y el Coprosede. En su escrito menciona a empresas que hicieron operaciones con la institución entre los años 2009 y 2011: Air Company SRL, Lasol SA, Distribuidora Nahuel SA, Talber Comunicaciones y Unión Construcciones, entre otras. Algunas de estas compañías le entregaron facturas apócrifas a Independiente.

Las planillas de la Tesorería, que una empleada del club puso a resguardo tras un robo a la sede social en diciembre de 2011, estaban en una caja que decía “Salidas en negro”. Correspondían al segundo semestre de 2011, o sea el último período de la presidencia de Comparada. BB, el alias de Bebote, llegó a cobrar 190 mil pesos, según se desprende del registro contable del 22 de julio de aquel año. No sería la única suma que percibió ni el único barrabrava que recibía dádivas. Uno que responde al apodo de Caño embolsó 7 mil pesos en cinco oportunidades distintas; Pachi, 4340 pesos y el Peruano y Mimí las módicas sumas de 700 y 550 pesos.

El personal de seguridad de Independiente también aparece en las planillas. Su ex jefe, de apellido Hippe, figura más de una vez y en el período que contiene la caja cobró 55.897 pesos. Pero el dato más llamativo del rubro seguridad está referido al Coprosede, reemplazado después por la Aprevide (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte), un organismo que depende del Ministerio de Seguridad bonaerense. En dos ocasiones, aquél recibió pagos de 30 mil pesos. Tan naturalizadas estaban estas salidas por caja que también aparecen pagos a la Policía Departamental de Avellaneda. En tres oportunidades se le abonaron 10 mil pesos. Los operativos en el fútbol salen mucho más. Pueden costar hasta 200 mil pesos. ¿A qué se deberían esos desembolsos en negro?

Hasta la AFIP tiene imputado un pago de 10 mil pesos en las planillas cuyas cifras están escritas a mano. También empleados del club y, por último, dos periodistas que siguen la actividad de Independiente: Renato Della Paolera y Daniel Galoto. De estas salidas de caja hay un original y dos juegos de copias en distintos lugares. Cantero cree que debían quedar a resguardo, más allá de cómo termine la investigación judicial. Pero hay más. Keblaitis menciona “las deudas con los bancos Macro y Mariva, que estaban judicializadas y nosotros denunciamos. La comisión directiva actual las puso en el último balance, con lo cual las aceptaron. Eso les dio cierta vigencia a nuestras denuncias”.

Independiente apeló a dos créditos bancarios para terminar la construcción del estadio, que hasta ahora no se completó. El 2 de julio de 2009, el Banco Macro le concedió uno por 18.451.200 pesos y el 6 de junio de 2010 el Mariva le extendió otro por 13 millones. Ninguno de los dos desembolsos debería haber prosperado porque superaban individualmente el 20 por ciento del capital social del club, según una certificación contable. Y por exceder ese porcentaje, los debería haber autorizado una asamblea de representantes que nunca se realizó.

Los dos bancos corrieron el riesgo y ni siquiera tomaron en cuenta que el club está concursado. Prestaron como el FMI y reclamaron ante la Justicia Comercial con suerte dispar. En 2012, un fallo del juez Javier Cosentino le dio la razón a Independiente ante el Mariva. En cambio, el juez Hernán Diego Papa, en el mismo año, le dio la razón al Macro y obligó a que el club le pagara 5.873.659 dólares de la deuda que Comparada había dolarizado.

Las consecuencias de esta política de endeudamiento aún repercuten en el presente. Keblaitis se pregunta sobre su denuncia: “¿Hace falta mucho más para generar el estado de sospecha que necesita el fiscal para llamar a una indagatoria? ¿Hacen falta más elementos para ordenar una pericia contable enderezada a establecer el soporte documental y contable de estas operaciones?”.

Es curioso, pero los denunciantes de la Agrupación Independiente Místico son percibidos por muchos socios o hinchas como igual o más responsables que Comparada del desastre económico financiero del club. Acaso porque el club se fue al descenso durante su gestión. Keblaitis dice en su defensa que “los denunciados nunca accionaron contra nosotros, lo dejaron ahí. Y debería llamar la atención que dirigentes de la gestión Comparada, como Héctor Yoyo Maldonado y Pablo Moyano estén en la comisión directiva actual, por lo que no hacen avanzar la causa. Sería como si accionaran contra ellos mismos”.

El abogado Marcelo Marino, quien atendía los juicios laborales y también pleitos civiles y comerciales durante la gestión de Cantero-Keblaitis, agrega: “Hay una diferencia muy grande entre la gestión de Comparada y la de Cantero. Y lo digo tomando distancia, porque soy hincha de Independiente, pero no soy fanático del fútbol. Con Javier no hubo maniobras fraudulentas o contratos espurios. Pudieron sí tener un millón de equivocaciones, pero no manejos espurios. Su denuncia contra la comisión anterior está basada en pruebas muy fuertes”.

Comparada apeló a las redes sociales para defenderse de las acusaciones. En noviembre pasado explicó: “Seguramente cometí muchos errores durante mi gestión, pero soy una persona honesta. Me tocó vivir y resistir muchas situaciones polémicas, complejas. Pero siempre y en contra de mi propio interés, traté de decidir lo mejor para mi institución”. El ex presidente mantiene un canal de comunicación con los socios e hinchas en Twitter para responder preguntas. “Abrí este espacio para escucharte y contestar lo que me preguntes, siempre que sea con respeto y para construir un debate serio, bienvenido”, dice desde su cuenta @ComparadaJ.

A junio del año pasado, Independiente debía 575.342.731,10 pesos. De esa suma, a Comparada le corresponden 329 millones, el resto a Cantero y la deuda actualizada la pilotea la tesorera Liliana Toribio, abogada del sindicato de Camioneros, que Hugo Moyano ubicó en el más sensible de los cargos de su comisión directiva.

Por Gustavo Veiga
Diario Página/12

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