La situación en la que se encuentra Independiente no se la imaginaba nadie, ni los más fervientes hinchas de racing. Podríamos analizar las diferentes gestiones dirigenciales y deportivas pero dicho repaso a la historia actual del Rojo no nos hará mejorar la situación en el que se encuentra, pero si nos DEBE servir para evitar repetir los mismos errores.
Mirando estrictamente lo deportivo, la situación es difícil, al club le costó incorporar jugadores de calidad, o los que pedía Miguel Angel Brindisi, los resultados de los primeros partidos fueron peores de lo que podíamos imaginar, tanto que se llevaron por delante al DT. Con la llegada de Omar De Felippe, se "renueva" la actitud, el compromiso, el discurso de siempre.
Está más que claro que hay un componente emocional-anímico muy importante, que cuando los resultados no son positivos, dar un pase preciso, controlar bien la pelota, o patear al arco con acierto resulta más difícil de lo que realmente es.
El cuerpo técnico debe convencer a los jugadores que son capaces de mejorar y tener un rendimiento superior al visto hasta ahora. Aquí viene lo realmente importante, la recuperación no puede estar basada sólo en lo emocional, si no está nutrida de argumentos tácticos, para que el jugador vea, entienda porque hace lo que le pide el dt, que tiene fundamento aquello que ensaya durante los entrenamientos. Todos los movimientos de pelota, los automatismos para crear un patrón de juego, deben llevarse a cabo con la máxima intensidad y concentración. A medida que los jugadores vayan asimilando los nuevos conceptos, seguramente la situación empezará revertirse.
Hay una máxima que dice que se juega como se entrena...
Más allá del sistema que vaya a utilizar en los próximos partidos Independiente tiene la obligación de ganar, hay que buscar el resultado, dejando de lado nuestro negro paladar. Evidentemente que jugando bien es más fácil ganar pero hoy por hoy urgen las victorias. Hoy contra Huracán una nueva oportunidad para ver la evolución del equipo.
Sergio Pechtner
Mirando estrictamente lo deportivo, la situación es difícil, al club le costó incorporar jugadores de calidad, o los que pedía Miguel Angel Brindisi, los resultados de los primeros partidos fueron peores de lo que podíamos imaginar, tanto que se llevaron por delante al DT. Con la llegada de Omar De Felippe, se "renueva" la actitud, el compromiso, el discurso de siempre.
Está más que claro que hay un componente emocional-anímico muy importante, que cuando los resultados no son positivos, dar un pase preciso, controlar bien la pelota, o patear al arco con acierto resulta más difícil de lo que realmente es.
El cuerpo técnico debe convencer a los jugadores que son capaces de mejorar y tener un rendimiento superior al visto hasta ahora. Aquí viene lo realmente importante, la recuperación no puede estar basada sólo en lo emocional, si no está nutrida de argumentos tácticos, para que el jugador vea, entienda porque hace lo que le pide el dt, que tiene fundamento aquello que ensaya durante los entrenamientos. Todos los movimientos de pelota, los automatismos para crear un patrón de juego, deben llevarse a cabo con la máxima intensidad y concentración. A medida que los jugadores vayan asimilando los nuevos conceptos, seguramente la situación empezará revertirse.
Hay una máxima que dice que se juega como se entrena...
Más allá del sistema que vaya a utilizar en los próximos partidos Independiente tiene la obligación de ganar, hay que buscar el resultado, dejando de lado nuestro negro paladar. Evidentemente que jugando bien es más fácil ganar pero hoy por hoy urgen las victorias. Hoy contra Huracán una nueva oportunidad para ver la evolución del equipo.
Sergio Pechtner
(Periodista deportivo, entrenador de divisiones inferiores en España, entrenador de arqueros)
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