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Caicedo, que no pudo entrenar con normalidad en toda la semana y terminó jugando infiltrado, al fin pudo gritar con la camiseta del Rojo, por partida doble. Fue la figura del partido y se llevó una ovación. Brindisi también le dedicó un párrafo. 

Jugador querible por su entrega, que despierta pasiones y enojos por igual frente a algunas situaciones de coraje y torpeza, Juan Fernando Caicedo contaba con un plus de parte de la gente de Independiente, aunque les debía el gol. Y esta tarde, en un partido clave en la lucha por la permanencia, hizo dos.

Corría el minuto 40 del primer tiempo y tras una peinada de Fernández quedó frente al arquero rival. El colombiano lo fusilo arriba junto al primer palo y salió a gritarlo con todo, sacándose la mufa que lo acompañaba.
Luego, cuando el partido quemaba por el 2 a 1 y los nervios le jugaban en contra al Rojo, una jugada marca registrada de Caicedo, que la peleó ante el defensor y entre rebotes y carambolas supo ganarle la posición, llevársela a pura potencia y punteársela a Ardente para recibir otra ovación de la hinchada.


Brindisi: goles a pedido
El técnico de Independiente reconoció que le había pedido a Caicedo "un gol para su hijita" y como el colombiano cumplió, en el entretiempo le pidió "otro para su mujer", y Caicedo quedó bien con las dos.

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