Independiente comenzó bien pero de a poco se fue diluyendo y Arsenal encontró un gol de pelota parada y se llevó demasiado premio.
El partido fue de mayor a menor para Independiente, que salió con una buena actitud y manejaba la pelota con criterio gracias al buen pie de Montenegro y el acompañamiento de Osmar Ferreyra, siempre peligroso por la izquierda. El problema es que teniendo el balón y todo, el Rojo no crea situaciones claras de gol y a la larga lo termina lamentando mucho.
Arsenal, que se limitó a esperar y jugar de contra, comenzó a encontrarse con más espacios a partir de que el equipo de Gallego decayó en el juego, y sobre el final del primer tiempo encontró mucho premio con el gol de Lisandro López.
En el entretiempo debió salir el Rolfi, que arrastraba una molestia, y eso cambió radicalmente el partido. Miranda no pudo cubrir la función de armador, lo de Fredes era muy pobre y a pesar del excelente despliegue de Vargas tampoco está para eso. El tiempo pasaba, el local se abroquelaba en el fondo y al Rojo no le salía una. Farías tiró por arriba del travesaño la única que tuvo y el juvenil Contrera, a poco de ingresar, vio la primera roja de su carrera.
Emiliano Penelas
El partido fue de mayor a menor para Independiente, que salió con una buena actitud y manejaba la pelota con criterio gracias al buen pie de Montenegro y el acompañamiento de Osmar Ferreyra, siempre peligroso por la izquierda. El problema es que teniendo el balón y todo, el Rojo no crea situaciones claras de gol y a la larga lo termina lamentando mucho.
Arsenal, que se limitó a esperar y jugar de contra, comenzó a encontrarse con más espacios a partir de que el equipo de Gallego decayó en el juego, y sobre el final del primer tiempo encontró mucho premio con el gol de Lisandro López.
En el entretiempo debió salir el Rolfi, que arrastraba una molestia, y eso cambió radicalmente el partido. Miranda no pudo cubrir la función de armador, lo de Fredes era muy pobre y a pesar del excelente despliegue de Vargas tampoco está para eso. El tiempo pasaba, el local se abroquelaba en el fondo y al Rojo no le salía una. Farías tiró por arriba del travesaño la única que tuvo y el juvenil Contrera, a poco de ingresar, vio la primera roja de su carrera.
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