Américo Gallego repitió ante Arsenal, y luego de casi tres años, el mismo equipo que el partido anterior. Sin embargo, el la salida de Montenegro en el entretiempo marco un quiebre en el juego. El desafío será encontrar un esquema sin él ante Godoy Cruz.
El fútbol es un juego de equipo, se sabe, pero también hay jerarquías y jugadores que marcan la diferencia. Independiente no cuenta con muchos de estos últimos, y gran parte de la responsabilidad creadora se posa sobre Daniel Montenegro.
El sábado, ante Arsenal, la gran noticia para la familia Roja era que después de casi tres años y 139 partidos repetía la formación. Gallego se inclino por los mismos once que vencieron a racing en la tercera fecha y nadie podía estar en desacuerdo con su decisión. Sin embargo, cuando finalizaba el primer tiempo en Sarandí Montenegro evidencio molestias y al comenzar la segunda parte ya no salió a jugar.
Ése fue el verdadero cambio en el equipo. Porque mas allá del gol sobre el final de la primera parte, Arsenal no había hecho meritos para llevarse el triunfo y el Rojo había jugado bien hasta esos minutos finales en que se desinflo. Y quien manejaba los hilos en el conjunto de Gallego era el 10, junto a un buen acompañamiento de Ferreyra por la izquierda y la ayuda de Miranda en el medio.
Leguizamón, quien ingreso por el Rolfi, no cubre su función, y la responsabilidad fue mucha para Lolo, juvenil que está creciendo pero no se le puede exigir tanto. Así, también cayó el Malevo y desapareció por completo Fredes. Sin Montenegro, Independiente dejó de pisar el área y se quedó sin fútbol.
Hoy, con la nómina de concentrados ante Godoy Cruz, se confirmó que el Rolfi tampoco estará el viernes. Sin dudas su presencia en el equipo es mas importante que los otros diez, y será la función de Gallego rearmar el equipo para encontrarle la vuelta a su baja.
Emiliano Penelas
El fútbol es un juego de equipo, se sabe, pero también hay jerarquías y jugadores que marcan la diferencia. Independiente no cuenta con muchos de estos últimos, y gran parte de la responsabilidad creadora se posa sobre Daniel Montenegro.
El sábado, ante Arsenal, la gran noticia para la familia Roja era que después de casi tres años y 139 partidos repetía la formación. Gallego se inclino por los mismos once que vencieron a racing en la tercera fecha y nadie podía estar en desacuerdo con su decisión. Sin embargo, cuando finalizaba el primer tiempo en Sarandí Montenegro evidencio molestias y al comenzar la segunda parte ya no salió a jugar.
Ése fue el verdadero cambio en el equipo. Porque mas allá del gol sobre el final de la primera parte, Arsenal no había hecho meritos para llevarse el triunfo y el Rojo había jugado bien hasta esos minutos finales en que se desinflo. Y quien manejaba los hilos en el conjunto de Gallego era el 10, junto a un buen acompañamiento de Ferreyra por la izquierda y la ayuda de Miranda en el medio.
Leguizamón, quien ingreso por el Rolfi, no cubre su función, y la responsabilidad fue mucha para Lolo, juvenil que está creciendo pero no se le puede exigir tanto. Así, también cayó el Malevo y desapareció por completo Fredes. Sin Montenegro, Independiente dejó de pisar el área y se quedó sin fútbol.
Hoy, con la nómina de concentrados ante Godoy Cruz, se confirmó que el Rolfi tampoco estará el viernes. Sin dudas su presencia en el equipo es mas importante que los otros diez, y será la función de Gallego rearmar el equipo para encontrarle la vuelta a su baja.
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