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Aunque mereció un poco más, Independiente sufrió para rescatar un punto ante Tigre. Perdió a Farias antes de empezar y tras irse al vestuario en desventaja el clima se lo comía. El empate trajo algo alivio pero siguen las dudas.


Antes de comenzar el partido, y cuando una marea humana recorria las calles aledañas al Libertadores de América, llegaba el rumor de que Farias no seria de la partida por una molestia muscular, que su lugar lo ocuparia Patricio Vidal y un chico de la Reserva, Eloy Rodriguez, estaria en el banco. La ilusión de la gente superaba todo y el entusiasmo igual era grande.

Fueron buenos los primeros minutos, con el Rojo ganando el medio gracias a Vargas, de gran despliegue, y jugando gracias a Montenegro y Miranda. Sin embargo arriba no generaba riesgo y las situaciones eran rápidamente abortadas por la defensa de Tigre.

De a poco ese espejismo comenzó a apagarse y el Matador tomó las riendas del partido, llegando con peligro y provocando fisuras defensivas como el tiro en la base del palo o el golazo que hizo Botta, amagando y gambeteando en el corazón del área.

Miranda, con mucho entusiasmo en su primer partido, mostro cosas interesantes pero no puede ser exigido. Montenegro aun no parece estar en su mejor estado fisico, no obstante asi y todo es lo mejor que puede ofrecer futbolisticamente este equipo que a veces no tiene respuestas.

En el comienzo de la segunda etapa Gallego movió algo el esquema, Tigre salio a esperar y el amor propio del Rojo lo empujo de a poco, aunque sin ideas. Y fue el Rolfi, que froto la lámpara y armo una linda jugada, quien terminó permitiendo el gol del empate de Benitez.

Quedaban unos 20 minutos para ilusionarse, pero quedaron en eso. El camino sera duro, lo sabíamos aunque hoy esperábamos un poco mas.

Emiliano Penelas

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