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En los festejos del gol de Farías los suplentes de Independiente  se salvaron de milagro cuando los plateístas les arrojaron un cartel de publicidad. La policía miró pasivamente a gente que paga más de diez mil pesos un abono.

Pudo haber sido una tragedia y de milagro no pasó nada. Terminaba el partido y el Rojo conseguía el último empate de la noche a través del Tecla Farías. Todo el banco de Independiente lo salió a gritar con todo, y desde las plateas les arrojaron un cartel de publicidad que pasó entre los jugadores, sin herir a ninguno.

Indignaba la pasividad de la policía ubicada en ese sector, el más caro del estadio Xeneize, con localidades cuyos abonos cuestan 10.200 pesos. No sólo no se produjo ningun detenido, sino que los intentos por aplacar los ánimos distaban mucho de una actitud severa.

Recordemos que en esta temporada Boca realizó reformas en ese sector de su cancha, ue incluyó la colocación de palcos VIP a ras del campo de juego (con un valor que oscila entre los 30 y 35 mil pesos por partido) y de esa manera eliminó el techo que protegía a los bancos de suplentes.

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Sergio dijo... 23 de agosto de 2012, 10:21 p.m.

Una vergüenza que sólo fuera una fecha de suspensión. Saludos.