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Un día como hoy, de 1953, Ernesto Grillo anotaba "el gol imposible" ante los ingleses, en el Monumental. El combinado nacional lució una delantera integrada totalmente por jugadores Rojos: Rodolfo Micheli, Carlos Cecconato, Carlos Lacasia, Ernesto Grillo y Osvaldo Cruz.
Ante casi 86 mil personas que colmaron el Monumental, la Selección argentina enfrentaba a su par de Inglaterra y Ernesto Grillo convirtió lo que se dio en llamar "el gol imposible" debido al ángulo del remate y su definición. Desde ese día, el 14 de mayo se instauró como el "día del futbolista". Grillo marcó otros dos, mientras que el restante fue de Micheli, para el 3 a 1 final.

La crónica cuenta que Grillo recibió de Lacasia, dejó en el camino a Wright y Barlow y enfiló hacia el arco. Barras se le tiró al piso, pero su esfuerzo fue inútil. El argentino estaba en una posición incómoda, un ángulo muy cerrado. El arquero Ditchburn pecó de ingenuo y se adelantó un paso para cortar el centro. Pero Grillo, picardía en estado puro, remató al hueco que había entre el número uno inglés y el palo. Nadie lo creía. Nacía el gol imposible.

“¿Si tiré al arco?... Mire, si usted quiere ganar la lotería, tiene que comprar un billete”, comentó Grillo años más tarde. El escritor inglés David Downing en su “Argentina V.S. Inglaterra” dice: “La imagen de Grillo al anotar el gol de ensueño (sic) se transformó en la prueba eterna de las aspiraciones de grandeza del fútbol argentino.”

Para la estadística, quedará si el partido fue o no oficial. Los ingleses nunca lo consideraron como un encuentro de selecciones, sino un combinado de liga. Poco importa para entender la grandeza y el significado del encuentro, la victoria y el gol que se sigue gritando 59 años después. “Fue importantísimo ganarle al equipo de los ‘Maestros ingleses’. Habían pasado sólo dos años de la digna derrota en Wembley, la del León, y todo el mundo esperaba poder ganarles. Era lo que faltaba y tal vez con eso sí podíamos tener un título imaginario de ‘los mejores del mundo’, porque ‘superamos’ a nuestros maestros”, dijo el historiador Eduardo Cantaro.

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