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Cuatro puntos tiene Independiente en el Apertura. Pero si ganara el partido pendiente con los sanjuaninos de San Martín, la semana próxima, quedaría en el lote de arriba.

No está tan mal, al cabo, podría decirse. En lo numérico. Porque un gran interrogante queda en relación con su rendimiento futbolero. La doble caída en los intentos coperos (el de interés superficial en Japón, y la final de la Recopa Sudamericana con el Inter brasileño) dejaron las consecuentes secuelas en lo anímico . Porque se había apostado mucho a la reaparición triunfal en el ámbito internacional. Y más allá de los resultados negativos los equipos formados por Mohamed dejaron una sensación de vacío de creatividad y de búsqueda ofensiva. El empate en cero ante Argentinos Juniors fue la síntesis de esa falencia . Como si la ausencia del lesionado Patricio (Pato) Rodríguez hubiera congelado la cuota de atrevimiento que podía agregar en sus intervenciones.

Antes del choque con San Martín tendrá que enfrentar a Boca, el domingo. Y ese partido toma una trascendencia mayor a la habitual que tiene el clásico. Porque el descontento por las últimas frustraciones enrareció el clima en una parte de Avellaneda. Y otra derrota, de local, complicaría mucho la delicada situación actual. El promedio dio un buen salto tras la eliminación de la floja campaña de la temporada 09/10. Y aunque en Independiente se valoran las Copas (por el lustre de la memoria) como en ningún otro club, una compensación en torneo doméstico se pide como indispensable.

Por ahora no alcanza con el fervor, efectivo y conmovedor, de Eduardo Tuzzio, un comodín , ni con la llegada de Gabriel Milito para sumar experiencia en el fondo. No es un problema de liderazago el que tiene Independiente sino que no puede definir una identidad de equipo a pesar de las variantes técticas que emplea el Turco Antonio Mohamed.

Banfield no tiene obsesión de Copas ni riesgos en el promedio. Todavía cuenta el título del Apertura 2009 logrado bajo la conducción de Julio Falcioni. Pero arrancó mal este torneo. No ganó un solo punto ni consiguió un gol a favor. Esta pobre imagen derivó en la renuncia del Gallego Sebastián Méndez. Y en la próxima llegada del polémico Ricardo La Volpe, desvinculado de la Selección de Costa Rica, apretado por las críticas. Fue arquero de Banfield hace 35 años. Y técnico de México, Boca y Vélez. Es un retorno que le sumará pimienta al torneo. Sin dudas.

Horacio Pagani
Diario Clarín, martes 30 de agosto de 2011

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