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Según Valarco, el Turco apuesta a un Independiente protagonista, y que por eso le dijo que no a Estudiantes; quiere coraje y actitud de sus dirigidos, y compromiso de la dirigencia.

En un campeonato donde todos juegan por algo, Independiente piensa en lo que viene y no solamente en las cuatro competencias que debe afrontar. Luego de la obtención de la Sudamericana, el pasado año, pareciera que entró en una época en que se deben dar muchas explicaciones. Deudas, ausencias a las prácticas, más peso en la AFA, su técnico pretendido por otros, refuerzos pedidos, etc. Son muchos frentes para atender y cumplir.

Si uno analiza que debe afrontar el Apertura, la Recopa Sudamericana, la Suruga Bank y la Copa Sudamericana, a priori puede sentir la envidia de muchos clubes, sobre todo de los grandes, por jugar tantas cosas. Ocurre que hoy por Avellaneda se piensa más en lo inmediato que en los compromisos mencionados.

El tema de Antonio Mohamed sigue dando que hablar. Querido por los simpatizantes y por los dirigentes, es de esos entrenadores que no son cuestionados ni por quienes no tienen la oportunidad de jugar. Parece hecho a la medida de Rojo. Esto no quiere decir que la convivencia haya sido y sea tranquila. Pretendido por Estudiantes de la Plata para suceder a Eduardo Berizzo, les dijo no apostando a su actual club. Asi como les pidió a sus jugadores, hace un tiempo, una muestra de coraje y actitud para enfrentar cada partido, le exigió ahora a Julio Comparada el cumplimiento de pautas claras y consensuadas. Un claro ejemplo es la renovación de Hernán Fredes, pedido primordial del Turco, ya cerrada.

La continuidad de Silvera y Mareque no le quita el sueño al técnico, pero sí quiere la palabra del presidente de cumplirle con el pedido de los refuerzos. Buscará un volante por la izquierda y un enganche. Ya fueron pedidos y casi descartados, Facundo Bertoglio e Ignacio Piatti. Como atacante quiere a Obolo o Campora. Pretende, si o si, que los que lleguen lo hagan con antelación para poder llevarlos a la pretemporada y lo más importante, es tener la seguridad de tener al plantel tranquilo del bolsillo. No quiere más concentraciones alteradas por incumplimientos de los dirigentes.

Está convencido que su proyecto para un Independiente mejor es posible si las cuatro patas de la mesa están firmes. Mohamed quiere seguir pero no a cualquier precio. Comparada sabe que cumpliendo lo pactado tiene técnico para rato. Los hinchas aprueban, por gran mayoría, su continuidad. Los jugadores, como siempre, tendrán la última palabra para que la relación técnico-club, siga por mucho tiempo vigente. Para que la política se meta definitivamente en su vida, según propias palabras, faltan todavía nueve años. Por ahora, piensa solo en Independiente. Siempre y cuando todos cumplan con lo prometido. Como debe ser.

El Gordo Valarco
Canchallena.com

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