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Con un polémico arbitraje de Germán Delfino, el Rojo, que había hecho mejor las cosas, se fue perdedor ante Lanús, que ahora peleará el campeonato.

Un Independiente diezmado hizo mucha fuerza ante un Lanús envalentonado, que repite el mismo equipo desde hace cuatro fechas, encontró un sistema de juego acorde a un plantel completo con un banco que aporta lo suyo, pero no pudo con el pésimo arbitraje del novato Germán Delfino, quien falló en jugadas claves y demostró que un partido definitorio como el de esta noche le quedaba demasiado grande.

El Grana llegó a ponerse en ventaja cuando no había pisado el área local, a través de un excelente tiro libre de Valeri, y así la cosa se hizo más cuesta arriba. Sin ambiciones de tener la pelota, los de Schurrer le cedían terreno y juego al Rojo, que sin embargo podía hacer poco en las escapadas de Maxi Velázquez e Iván Vélez.

El colombiano fue cambiado en el entretiempo por el Patito Rodríguez, que en pocos minutos demostró por qué es imprescindible entre los once de Avellaneda, pero también al poco tiempo mostró signos evidentes de no estar recuperado de la lesión que lo marginó de la titularidad.

Independiente seguían mereciendo el empate pero Delfino vio mancha en el área y dio penal para Lanús. Romero convirtió pero el juez mandó patearlo de nuevo para que se luzca Hilario tirándola al corner. Lanús no se achicó y al minuto un cabezazo de Goltz a la base del palo casi pone el segundo del Grana, que finalmente llegó por intermedio de Regueiro, cerca de la media hora.

Sin demasiado que hacer, el Rojo se la jugó el cuarto de hora final, Pellerano era como en casi toda la noche el abanderado del esfuerzo, y de arremetida achicó distancias gracias a Maxi Velázquez, que cumplió con la ley del ex. Sin embargo, al juez le quedaba otra polémica tras anular un gol de Independiente por supuesto off side que enardeció los ánimos y pudo significar un empate justo para los de Mohamed.

Emiliano Penelas

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