¿El show de U2? No, el Rojo, que dio vuelta el partido con un hombre menos y ganó de visitante por primera vez en 12 meses y en el Bosque después de 16 años. Jugando mal y aguantando atrás, Independiente lo empató con Silvera y lo ganó gracias a Pellerano, en el descuento. Assmann, la figura.
El poder del amor hizo que Independiente diera vuelta un agónico partido en La Plata, quebrando dos rachas adversas que lo perseguían: un año sin ganar de visitante y desde 1995 sin poder hacerlo ante Gimnasia en el Bosque.
Pero el Rojo, que no jugó bien y fue por momentos superado ampliamente por el Lobo, que convirtió a Fabián Assmann en la figura del encuentro, no se dio por vencido y se encontró con la inesperada victoria, lograda incluso jugando más de 35 minutos con diez hombres, por expulsión de Matheu a los 11' del complemento.
Los de Cappa se habían puesto en ventaja a los 16 minutos, por medio de un cabezazo de Masuero, que apareció solo por el medio del área chica. Con un planteo demasiado conservador, Mohamed se dio cuenta de que tenía que mover el tablero y antes de la media hora de juego estaba haciendo ingresar a Parra por Iván Vélez.
En el segundo tiempo el Rojo fue a buscar más arriba y llegó al empate con un típico gol de pescador, luego de un centro de Maxi Velázquez, Silvera capturó casi abajo del arco. Pero no todo podía resultar redondo porque al minuto se iba expulsado Matheu, por doble amonestación.
El Lobo aprovechó el desequilibrio y se fue a buscar el partido. Allí empezó a tallar la figura del golero Rojo, a pesar del largo tiempo de inactividad. Dos atajadas claves, a los 40' y 42', parecían sentenciar el partido en un empate, hasta que un contragolpe agarró a contrapierna a Gimnasia, Fredes fue hasta el área, levantó la cabeza y se la dejó a Pellerano, quien definió sobre la salida del arquero como un número 9. Iban 46' y el delirio se instalaba en la tribuna Roja. Y que se venga el mundo abajo.
Emiliano Penelas
El poder del amor hizo que Independiente diera vuelta un agónico partido en La Plata, quebrando dos rachas adversas que lo perseguían: un año sin ganar de visitante y desde 1995 sin poder hacerlo ante Gimnasia en el Bosque.
Pero el Rojo, que no jugó bien y fue por momentos superado ampliamente por el Lobo, que convirtió a Fabián Assmann en la figura del encuentro, no se dio por vencido y se encontró con la inesperada victoria, lograda incluso jugando más de 35 minutos con diez hombres, por expulsión de Matheu a los 11' del complemento.
Los de Cappa se habían puesto en ventaja a los 16 minutos, por medio de un cabezazo de Masuero, que apareció solo por el medio del área chica. Con un planteo demasiado conservador, Mohamed se dio cuenta de que tenía que mover el tablero y antes de la media hora de juego estaba haciendo ingresar a Parra por Iván Vélez.
En el segundo tiempo el Rojo fue a buscar más arriba y llegó al empate con un típico gol de pescador, luego de un centro de Maxi Velázquez, Silvera capturó casi abajo del arco. Pero no todo podía resultar redondo porque al minuto se iba expulsado Matheu, por doble amonestación.
El Lobo aprovechó el desequilibrio y se fue a buscar el partido. Allí empezó a tallar la figura del golero Rojo, a pesar del largo tiempo de inactividad. Dos atajadas claves, a los 40' y 42', parecían sentenciar el partido en un empate, hasta que un contragolpe agarró a contrapierna a Gimnasia, Fredes fue hasta el área, levantó la cabeza y se la dejó a Pellerano, quien definió sobre la salida del arquero como un número 9. Iban 46' y el delirio se instalaba en la tribuna Roja. Y que se venga el mundo abajo.
Emiliano Penelas
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Qué desastre que somos, es la nada misma este equipo y las decisiones que toma el DT.
Pero por suerte ganamos!!!!!
la unica buena noticia que el domingo no juega Mattheu delen 10 fechas por favor
Siamo fuiri della Coppa
Siamo fuiri della Coppa
Siamo fuiri della Coppa
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