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La guerra de mensajes entre las barras de los Rojos y Boca terminó con un enfrentamiento de la 12 con la policía: 11 heridos.

Parece a propósito. Como los hinchas vieron que lo que entregaban sus equipos en el campo de juego era tan pobre, fue como si se hubieran puesto de acuerdo para que la provocación y la violencia fueran también noticia en Avellaneda, que tuvo como saldo 11 heridos producto del choque entre la policía y la barra brava de Boca. La guerra entre las barras de Independiente y La 12 no es nueva. Y se potenció durante el Mundial, con el enfrentamiento en Ciudad de Cabo luego de consumarse la goleada de Alemania ante la Argentina, que finalizó con la pelea y el fallecimiento de Luis Arturo Forlenza, hincha de Boca atacado por la barra de Independiente. Ahora bien: ¿qué relación existe entre la muerte de Forlenza y el partido de ayer?

Forlenza era un barra brava argentino que murió en Ciudad del Cabo el 6 de julio de un paro cardíaco y recién el viernes pasado, 108 días después, su cuerpo llegó a la Argentina tras las eternas gestiones que había activado su hija Vanesa. Aprovechando esta situación, la barra brava de Independiente colgó ayer, en la tribuna que da a la calle Bochini, varias banderas dirigidas a La 12 : "Boca comprate un marcapasos" , "Ojo: no apto para cardíacos" , "Que vuelva El Abuelo que los nietos no existen" (por el ex líder histórico de La 12), y "Mauro cagón: te quedaste sin Mundial" , la última en referencia a Mauro Martín, líder de la hinchada xeneize.

Esas banderas permanecieron durante todo el partido. Los hinchas de Boca contestaron tirando bolsitas con líquido hacia la tribuna de abajo, ocupada por simpatizantes locales. Pero tras el final del partido, mientras los visitantes emprendían la retirada, los más caracterizados permanecieron en la tribuna Sur colgando un pasacalles "Hinchadas Entongadas Argentinas" y haciendo una pintada con aerosol que decía "Bebote ortiba", apuntando al jefe de la barra Roja.

Ahí entró en escena la policía de la comisaría 1ª de Avellaneda, que no quiso permitir que los hinchas de Boca dejaran el mensaje. Empezaron los empujones, los forcejeos y las balas de goma, recurso utilizado para acelerar la retirada de los hinchas visitantes. "Nunca vi nada igual. Siempre vengo a la cancha, pero lo de la policía fue increíble", dijo una mujer no bien llegó a la planta baja del Estadio.

Enseguida buscaron movilizarse Jorge Amor Ameal (presidente), José Beraldi (vicepresiente 1°), Juan Carlos Crespi (vicepresidente 3°) y el dirigente del departamento de fútbol Marcelo London. Pero el camino que va del vestuario xeneize a la popular visitante fue tierra de nadie. Desde el cielo llovían proyectiles y piedras, varias de ellas dieron en el techo de los automóviles estacionados allí y no le abrieron la cabeza a una persona de milagro. Eso generó más corridas, mientras se escucharon disparos de balas de goma. La pelea entre La 12 y la policía estaba en su climax.

Hubo once hinchas heridos: siete fueron atendidos en el vestuario xeneize y cuatro de ellos trasladados al hospital Fiorito. Según informaron, ninguno de gravedad. Ameal fue claro: "Queremos que nuestro público sea respetado. Con la gente de Independiente está todo bien. Sus dirigentes enseguida se comunicaron con nosotros. Nuestra gente bajaba con tranquilidad y la policía reaccionó mal. Hay heridos, pero tengo entendido que ninguno de gravedad. Esto era una fiesta y no puede convertirse en lo que pasó. Vamos a hacer la denuncia correspondiente y a seguir este tema hasta las últimas consecuencias, porque lo que pasó es culpa de la policía de la provincia de Buenos Aires". Y Crespi agregó: "Lo de la policía fue una vergüenza".

Todo se desencadenó en la única puerta de salida que tiene esa tribuna y por eso los hinchas también se quejaron. Pero otra vez el estadio Libertadores de América vuelve a estar bajo la lupa tras la agresión que recibió Martín Silva, arquero de Defensor Sporting, por la Copa Sudamericana. Justo ayer, los jugadores de Independiente salieron al campo y posaron en la formación del equipo con una bandera que decía: "Alentemos sin agresiones. Perdón hermanos uruguayos" . Entre las bolas de fraile y los paraguitas tirados a Lucchetti, las otras banderas y la pelea entre la barra xeneize y la policía, el mensaje de los futbolistas rojos pasó inadvertido: no evitó ni la provocación ni la violencia.

147 mil pesos les salió a los Rojos el operativo
Hubo incidentes y heridos en Avellaneda. El operativo de 960 efectivos falló, y eso que a los dirigentes de Independiente les demandó un costo total de 147.000 pesos: $ 77.000 por los efectivos policiales, $ 30.000 por seguridad privada y $ 40.000 por el alquiler del sistema de audio y video que exige el Coprosede.

La agresión al arquero de Defensor
Ayer hubo incidentes en el Libertadores de América. La gente de Boca le apuntó a la policía y a que hay una sola puerta de salida de la tribuna visitante. El mismo Estadio, en la semana, fue testigo del piedrazo que le abrió la cabeza al arquero Martín Silva, de Defensor Sporting, de Uruguay, por la Copa Sudamericana, en el partido que Independiente ganó 3-2.

De la convivencia al descontrol
Si bien a la salida hubo corridas y tumulto, en la llegada los accesos también fueron angostos. Había una calle formada de policías por la que sólo se podía pasar de a uno hacia la tribuna visitante. En el ingreso coordinaba el operativo de Seguridad Maximiliano Mazzaro, segundo de Mauro Martín, líder de La 12. Estaba con una gorrita amarilla de la UOCRA y organizaba la entrada.

Christian Leblebidjian
Diario La Nación, lunes 25 de octubre de 2010

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