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Desde mañana se utilizará en el fútbol de Primera División el aerosol para marcar las distancias en las barreras, otro invento argentino que buscará posicionarse a nivel mundial. La temporada pasada se usó con éxito en el Nacional B.

Pablo Silva, con su invento

“Hace unos años, jugando un torneo de ex-alumnos, mi equipo perdía 1 a 0 y sobre el final del partido tuvimos un tiro libre a favor, nuestra última chance para empatar. Pero la barrera se paró a tres metros, yo protesté, me amonestaron, el tiro libre pegó en la barrera y el árbitro me terminó expulsando a mí. Volví con mucha bronca a mi casa y ahí le empecé a buscar la vuelta para tratar de encontrar una solución al tema; primero pensé en un elástico pero después nos dimos cuenta que no era algo muy práctico, hasta que surgió la idea del aerosol para pintar el césped”, le relataba Pablo Silva a Pablo Vignola en una entrevista que le realizara hace unos días en Diario Popular.

Silva, periodista de 44 años, es el inventor del spray para marcar la cancha con una pintura para pasto que se desvanece a los pocos minutos de colocada. Su función es permitirle al árbitro tener control de las distancias entre la pelota y la barrera en el caso de los tiros libres, por ejemplo. Durante la temporada pasada el aerosol se puso a prueba en el Nacional B, y a partir del Clausura 2009 también se aplicará en Primera.

“Nuestro producto -cuenta el inventor- tuvo una gran aceptación de parte de la DFA (Dirección de Formación Arbitral) que tiene a Horacio Elizondo y Miguel Scime como máximos referentes. Por eso, durante la pretemporada que realizaron los árbitros en el predio de AFA, hicimos charlas personales con cada uno de ellos para disipar todas las dudas”.

Pablo Silva también aclara que la idea le llevó “ocho años de trabajo para perfeccionar el producto y lograr adaptarlos a las necesidades con la posibilidad de ir variando la duración de la pintura de acuerdo a lo que la FIFA, llegado el caso, requiera. Actualmente, esta marca de espuma sobre el césped se mantiene entre 45 segundos y tres minutos, pero nosotros podemos hacer que dure más o menos tiempo. El objetivo principal es reducir el tiempo de demora que el trámite de la barrera demanda en cada partido ante tiro libres con peligro de gol. Por ejemplo, en el último triangular desempate, en la jugada que amonestan a Bergessio, el tiro libre tardó en ser ejecutado un minuto y 58 segundos”.

Y agrega: “Con el spray, estos tiempos se reducirán mucho. Claro que después, la efectividad dependerá de cada árbitro. Para que un silbato suene hay que soplarlo, lo mismo pasará con el spray”. Es por eso que la AFA dispuso que la utilización del spray quede a total criterio de cada árbitro, que será el encargado de decidir en qué momento es indispensable requerir a él.

Cada terna arbitral contará con un pack compuesto por seis envases y sus respectivos portaaerosoles. El tamaño del envase de aluminio ha sido reducido para la partida actual en dos centímetros (ahora son de 12 centímetros) y, teniendo en cuenta los 8 gramos del portaaerosol diseñado especialmente por una fábrica industrial, la carga extra que llevará cada árbitro en su cintura será de 210 gramos.

Entre las recomendaciones que recibieron los árbitros se destaca la indicación de marcar primero la posición de la pelota en el sector donde se cometió la falta, después contar los nueve metros con quince reglamentarios y hacer una nueva marca de dos pasos largos para ubicar a la barrera. El árbitro llevará un portaaerosol (idéntico a los que se utilizan para llevar los celulares en la cintura y con unos dientes especiales para agarrarse al pantalón) con su respectivo envase, lo mismo que cada uno de sus asistentes y el cuarto árbitro; además, quedarán dos aerosoles de repuesto. “Lo ideal -agrega Silva en Popular- aunque se use poco, es cambiar el envase después del primer tiempo”. Y agrega: “Este producto se puede utilizar bajo la lluvia, con viento y hasta sobre la tierra, en los campos que no estén del todo cubiertos de césped. Este proyecto se sustenta sobre tres pilares fundamentales: el aval de Grondona, la aceptación de la DFA y nuestro trabajo para mejorar el producto”.

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