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Independiente luchó demasiado para conseguir el triunfo ante un rival dificilísimo. En un partido emotivo, el Rojo de Borghi mostró más actitud que fútbol y se quedó merecidamente con el primer chico. Los debutantes Núñez y Gandín hicieron los goles. El ex Argentinos fue la figura de la cancha.

Festejo sudamericano: el Rojo ganó en el debut

Independiente debió sufrir -tal como se podía prever- para doblegar a un Estudiantes que llegaba con una base armada, mejor formado y con incorporaciones de peso. El equipo de Borghi mostró una mejor imagen y, aunque agónico, se llevó un merecido triunfo en tiempo de descuento.

En el primer tiempo el Rojo salió a jugar de otra manera a como lo vimos en las últimas fechas del torneo pasado, y quizás se lo podría comparar con la voluntad y el empuje que mostró en los últimos minutos del choque ante Arsenal que nos metió en la Copa.

Con un Montenegro inspirado y bien acompañado por el debutante Leonel Núñez, que jugó un gran partido y fue la figura de la cancha, Independiente fue en esa primera etapa más que su rival.

Borghi planteó un esquema con cuatro defensores, previendo además que Estudiantes inició con tres atacantes el encuentro, aunque luego Gastón Fernández -bien anulado por Lucas Pusineri- se tiró más atrás. Precisamente en el medio era donde estaba el punto más flojo de los Pinchas, y quizás el más fuerte de Independiente.

Allí en el centro del campo ganaba el Rojo. Con Damián Ledesma, otro de los que tuvo un buen partido, y su estilo, aunque poco "tribunero", es sutil y correcto a medida que transcurren sus partidos en el Club. También tuvo una buena labor Mareque, complicando por su lateral.

Los problemas que exhibió el equipo a lo largo del partido fueron conocidos. Uno porque se intuía, el otro porque se arrastra de lejos. El primero, la ausencia de una figura clave en el área. El Rojo llegaba siempre con tiros desde media distancia. No lograba encontrar el espacio en la defensa estudiantil, y tampoco contaba con el delantero insignia, de esos que obligan a los centrales rivales a preocuparse.

El segundo de los conflictos es de larga data: la utilización sistemática de faltas para cortar al rival. Tanto fue así esta noche que dos jugadas similares, con foules cerca de la media luna, le dieron al equipo de Sensini dos chances claras de gol y terminaron amonestados los centrales Gioda y Guillermo Rodríguez.

Gandín y Núñez, dos que hicieron su presentación con goles

El quiebre del marcador vino por abajo, tras un excelente pase bochinesco de Fredes, quien habilitó a Núñez por el medio de la defensa contraria. El nueve tocó sutilmente la pelota ante la salida de Andújar y se convirtió en el primero de la noche.

Independiente pudo aumentar, también a través de Núñez, quien tuvo las más claras, pero Estudiantes torció la historia sobre el final de la etapa y se fue dominando al vestuario. El inicio del segundo tiempo marcó la misma tendencia, y a los cuatro minutos un centro al corazón del área de Leandro Benítez encontró al también debutante Boselli, que la peinó por sobre Assmann, detenido a mitad de camino.

El empate cayó como balde de agua fría en la ya de por sí helada noche de Avellaneda, sobre todo por la regla del gol de visitante. Allí comenzó una laguna que se extendió varios minutos en los que el equipo no reaccionaba.

Borghi apeló a los cambios y trató de torcer la historia. Uno de ellos sería decisivo. Darío Gandín, quien apenas llegó a tocar una o dos pelotas, se encontró con un rebote en el área cuando corría el primer minuto de tiempo adicional y sin pensarlo demasiado le pegó de media vuelta y convirtió el segundo gol de Independiente, venciendo al segurísimo Andújar y desatando la locura en las tribunas y enmudeciendo a los cinco mil Pincharratas que viajaron hasta el inodoro.

Gandín grita el segundo de Independiente

Atrás parecían haber quedado los momentos de sufrimiento en los que Gioda salvó sobre la línea y Assmann reparó un error al dar un rebote para sacar nuevamente lo que hubiera sido el 1-2 catastrófico.

El grito de la victoria final se saboreó más que nunca, y aunque se sabe que la llave no está definida, ganar siempre es satisfactorio, y comenzar así da un aire especial.

Emiliano Penelas
Agradecemos la colaboración de Sergio Koller

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Miedo Escénico dijo... 6 de agosto de 2008, 2:25 a.m.

ojalá haya sido solo el comienzo de la historia del Bichi en el futbol argentino.

Federico Mauccione Pérez dijo... 6 de agosto de 2008, 4:19 a.m.

Que DT que tienen loco, barbaridad, como jugaron este partido. Cada vez más afín del Bichi Borghi, marca y juego, la mezcla perfecta.

Abrazo, Fede.

Anónimo dijo... 6 de agosto de 2008, 5:18 a.m.

Parabéns pela vitória!!!

HAy volvido de vacaciones, passem en mi blog

legionofdragons.blogspot.com

3 jogadores del Porto en Selecion Argentina de Basile.

Abrazo amigo desde Porto!!!

Sergio dijo... 6 de agosto de 2008, 11:51 a.m.

¿Y yo qué hice? Para los que votamos a Núñez en la encuesta de la Caldera, la verdad que nos cumplió con creces. Si sigue así no vamos a extrañar "tanto" a Germán.

Anónimo dijo... 6 de agosto de 2008, 12:13 p.m.

felicitaciones por el triunfo, un partido complicado, el resultado fue justo, pero sabiendo de la poderia localia del pincha, intuyo un partido final con suspenso.
Un abrazo desde www.lineadecinco.blogspot.com
pasen

La Caldera del Diablo dijo... 6 de agosto de 2008, 3:16 p.m.

Miedo, Federico: ojalá así sea.
Imperador: gracias por pasar, ya vimos que el Porto ganó. Saludos para vos también.
Sergio: ganamos.
Línea de 5: linkeados.
Gracias por escribir

Emiliano