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En un partido deslucido y muy mal jugdo, Independiente recuperó al menos la sonrisa al vencer a Argentinos Jrs. por 2 a 0. Con muy poquito, Freddy Grisales fue la figura del Rojo, Montenegro manejó los tiempos del ataque y Denis volvió al gol.

Denis grita el primero del Rojo, que es también su debut en la red en el Clausura

Aburridísimo podría ser el calificativo del encuentro que protagonizaron Rojos y Bichos en Avellaneda. Pero, después de una semana tan complicada, la victoria cayó en Independiente mejor que toda la lluvia de los últimos días. El 2 a 0 fue un bálsamo que sin dudas permitirá trabajar con tranquilidad para ir la semana que viene a la Bombonera.

El partido comenzó con una energía que parcía vibrante, con Grisales aportando claridad y juego, Montenegro acompañando y Denis con voluntad de revertir un comienzo de campeonato dispar en su rendimiento. Todo se volvió pronto un espejismo y de a poco se empezó a ver lo que sería el verdadero desarrollo del encuentro.

Argentinos salió a cuidar el punto, sin demasiadas ideas, ni siquiera se propuso atacar demasiado y cuando lo hacía era gracias a las ventajas que en el fondo ofrecía Moreira por el sector derecho. Por esa punta, tanto Romero como Hauche se las ingeniaban para complicar la salida y crear cierto peligro. Assmann, seguro nuevamente, tuvo un par de buenas intervenciones en remates desde afuera del área y en centros que llevaban cierto peligro.

En el mediocampo Machín creció a lo largo de los minutos, aunque nos preguntamos porqué siempre recae tanto juego sobre él, cuando a veces no es el más indicado para trasladar la pelota. Herrón, con alguna molestia, no tuvo un buen rendimiento, mientras que Oyola apenas se lo vio transitar la cancha. El Rolfi se ahogaba en sus propias broncas, Denis era sólo voluntad y Grisales estaba cada vez más solo.

Hasta que a los 35 minutos una jugada confusa en el área chica luego de un corner, muchas piernas y finalmente es Denis, en clara posición de goleador, quien la manda al fondo del arco. El gol parecía mucha emoción para un partido tan malo, pero se gritó con bronca.

En la segunda parte las cosas no cambiaron mucho, y quizás empeoraron porque el Rojo cuidaba demasiado su quinta y Argentinos tampoco sabía cómo salir a atacar. El encuentro no pasaba en ningún momento de las áreas y las pocas emociones venían por algún pelotazo lejano.

Demasiado conservador en los cambios, Troglio apostó a la mínima diferencia, aunque era riesgoso, porque un tanto del equipo de La Paternal hubiera sido una estocada fatal. Con la cancha rápida, la oportunidad de poner a un delantero rápido como podía ser el Patito Rodríguez o Ismael Sosa parecía ideal para jugar de contra, pero el cambio de Ledesma (¿puede ser que siempre de la sensación de estar cansado?) por Grisales sin dudas enfadó a la gente.

Dos minutos más tarde Argentinos queda con un hombre menos por la doble amonestación de Ortigoza, y es un par de minutos después cuando Montenegro realiza una jugada de otro partido para terminar definiendo cruzado arriba, poniendo el 2 a 0 tranquilizador.

Cuando ya nada podían hacer para los de Gorosito, el Rojo incluso pudo haber aumentado por intermedio de Denis, que se animó en un par de ocasiones, e incluso de Ledesma, quien puso un tiro cerca del ángulo tras un lindo pase del Rolfi.

Aplausos sobre el final cerraron la noche en que el Rojo volvió a la victoria, maquilló un poco sus defectos y esperará con mejor ánimo el partido frente a Boca.

Emiliano Penelas

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