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FELIZ CUMPLEAÑOS, ROJO

El 1º de enero de 1905 los empleados de la tienda "A la ciudad de Londres" concretaron la postergada reunión para formar un club de fútbol, historia que se había iniciado el 4 de agosto del año anterior.
A principios del siglo pasado, en la esquina de Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen) y Perú funcionaba una de las tiendas de mayor categoría de la ciudad de Buenos Aires: “A la ciudad de Londres”. Allí, el 4 de agosto de 1904, un grupo de cadetes tomó la decisión de formar “un team independiente” del de los jefes, que no los dejaban participar de los torneos, a pesar de pagar los 50 centavos que exigía la cuota mensual.

Uno de los clásicos almanaques de la tienda

Después de varias reuniones en las casas de los jóvenes entusiastas quedó claro un objetivo: convocar a una asamblea para oficializar la fundación del club. Aquella primera reunión en casa de Rosendo Degiorgi lo erigió como primer presidente provisional y repartió los cargos de la Comisión Dirtectiva entre Marcelo Degiorgi, Luis y Nicolás Bassou, Daniel Bevilacqua, Fernando Azispuru, Antonio y Nicolás Cabana, y J.F. Ipart. Allí se fijó el 1º de enero de 1095 como fecha para la asamblea fundacional. Finalmente ese día no hubo quórum, y se volvieron a citar para el 25 de marzo, cuando se designó a Arístides Langone como presidente y quedó oficializada la fecha de año nuevo como la de fundación del Independiente Football Club. Daniel Bevilacqua fue elegido secretario, Juan Artau prosecretario, Carlos Degiorgi protesoreso y Andrés Ferrier, Víctor Camino y José Hermida como vocales.

Los fundadores

Entre las primeras medidas, se estableció una cuota de 25 centavos para los socios comunes y el doble para los que ocupaban cargos directivos, que, en principio, sería destinada a la compra de una pelota de cuero que costaba $8, 50 y un sello para las actas por el que pagaron $1, 50. En ese entonces el que luego sería conocido como “Rojo de Avellaneda” no era rojo ni de Avellaneda, sino que la primera camiseta elegida era blanca con vivos azules, y sus inicios estuvieron situados en la ciudad de Buenos Aires.

El primer estadio en Avellaneda, barrio de Crucesita

Mientras se entrenaban en Plaza Irlanda, en el barrio de Flores, comenzaron las gestiones por conseguir su primera cancha, que finalmente estuvo ubicada en el barrio de La Paternal, en la intersección de Boyacá y Camarones, a diez cuadras de uno de los once tranvías urbanos. En septiembre de ese año se instalaban en otro predio porteño, ubicado en la calle Donato Álvarez y Av. San Martín, pero que no fue aprobado por las exigencias que en ese entonces imponía la Argentine Football Asociation, por lo que volvieron a migrar, esta vez a la Av. Alvear y Tagle, donde años más tarde recaería River Plate, terreno que tampoco fue reconocido por la AFA y los obligó a mudarse otra vez a La Paternal, a Paysandú y Espinosa. Recién en 1907 se mudaron a la vecina ciudad de Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires, donde en 1909 inaugurarían su primera cancha con tribunas, en el barrio de Crucesita.

La Caldera del Diablo, en todo su esplendor

Finalmente, el 4 de marzo de 1928 inaugurarían lo que fue el primer estadio de cemento en Latinoamérica. Luego, la historia del Club Atlético Independiente es más que conocida... felicidades, Rojo.

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