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Decí que el Tanque va... que es una bestia, que no parece humano, y que este campeonato las mete todas. Perdón, Denis, decimos también desde La Caldera del Diablo, porque con este torneo nos ha tapado la boca a todos. Con quince conquistas, es el máximo goleador del campeonato, está a cinco del record de Palermo, y todavía quedan siete fechas.

Denis ya cabeceó el primer gol de Independiente

¿Por qué comenzar así el comentario de la (en números) contundente victoria Roja frente a los jujeños? Porque si Denis no abría el partido todavía estábamos jugando esperando vencer la defensa y las mañas que Mario Gómez puso en cancha. No por nada empataron contra Boca en la Bombonera a fuerza de hacer tiempos, ensuciar el juego, demorar y dar murras a lo loco.

Claro que el Independiente del primer tiempo fue una sombra de equipo, desconectado en sus líneas, a puro pelotazo (Moreira debe tener un chichón en el pie de las que tiró lejos) y sin un medio armado, excepto Herrón, de gran partido. Montenegro, fastidioso por la pegajosa marca de Mateo, no acertaba con los pases, mientras que arriba Sosa se perdía en sí mismo y Denis era pura impotencia. Flojo desempeño de Calello y Fredes, mala noche de Rodríguez... Independiente se iba al vestuario dejando preocupación en los hinchas.

Pero en la segunda etapa salió el amor propio de los muchachos de Troglio, el Rolfi se iluminó y comenzó a encarar, Fredes se animó más, Sosa explotó su velocidad y el Tanque era todo amor propio, pero también juego para reternerla, pararla y tocar al costado... y abrir el marcador con un hermoso cabezazo que llenó las gargantas de la gente que volvió a llenar la cancha del vecino.

Montenegro se prepara para mandar el centro

Así es el fútbol, Gimnasia tuvo que dejar de lado el tiempo aletargado que quería imponerle al partido y salió con más firmeza, dejando enormes huecos atrás. Sin embargo, el Rojo no cerraba el partido y un par de brillantes intervenciones de Assman lo salvaron del empate.

El 1 a 0 parecía poco y el nerviosismo volvía a rondar por Avellaneda, hasta que Matheu (perdón, Carlitos, también decimos) apenas afuera del área chica, se encontró con una pelota que los jujeños daban por posición adelantada, y la colocó suavemente por sobre el cuerpo del arquero Fernández, casi como Denis había hecho contra el Mono pero desde más lejos. La perla del partido que trajo seguridad y confianza para el grito de alivio.

Mientras revoleábamos las remeras, Pusineri recibió un patadón de Berza dentro del área. Penal y allí estaba Montenegro para decirle a Denis que le pegue él y cambie por una nueva cruz en el casillero de los goles.

El resultado puede ser exagerado conforme al partido, pero es cierto que Independiente fue quien siempre buscó, el que generó las mejores situaciones y el único que tuvo intención de ganarlo. Y también tuvo a Denis.



Emiliano Penelas

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