La Caldera del Diablo: Miguel Ángel Bertolotto

Lo atamos con alambre

<div><div><em>En su tradicional columna del diario Clarín, "Tiempo de descuento", Miguel Ángel Bertolotto se refiere a la actualidad de Independiente. Reproducimos la nota.</em> </div><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5310136620212368914" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZpI4sv9cZApORIzLo344QUKaW3KT9X0mBAli407B7n0UyFdKX0Uas2kfOPEYgdxlJhC5R-hAAnqnQ-FN6HTaCyVybpDw2Y41BwFFDE4a-y8UntQ1hi5hMSv0BB2l-h6waLhX7xouGzaGU/s400/vestuario+dominico.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 147px; TEXT-ALIGN: center" /><br /><div></div><div></div><div>"Hace tres años y medio que soy presidente y no ganamos nada", reflexionó Julio Comparada. La autocrítica del hombre fuerte de Independiente es una manera de reconocer públicamente los repetidos fracasos deportivos de su gestión. La política de refuerzos sólo trajo un desacierto tras otro. Los entrenadores elegidos, sin reparar en los distintos estilos de juego, nunca empuñaron con certeza el timón del barco. Y los jugadores, más allá de los cambios de una temporada a la siguiente, exhibieron (exhiben) muchas más privaciones que calidades: a muchos les baila la camiseta, prácticamente ninguno tiene sentido de pertenencia con el club (la excepción puede ser Pusineri) y ya se deglutieron a cuatro técnicos (Falcioni, Burruchaga, Troglio y Borghi). ¿Cuánto falta para que Santoro siga el camino de sus antecesores? Un partido, probablemente. Y el rival que toca, encima, es Boca... Antes, cuando dirigía en condición de interino, Santoro era bien recibido y le caía simpático al plantel. Desde que fue confirmado en el cargo, curiosamente (o no tanto), los futbolistas lo pusieron en la mira: que las diferencias generacionales, que no hay diálogo, que no se entiende con sus colaboradores, que necesitamos otra cosa, que cambia el equipo como de camisa... Bla, bla, bla. ¿La autocrítica de los jugadores? ¿Qué es eso? </div><br /><div>Lo cierto es que el propio Comparada anunció, también en estas horas, que el clásico contra Boca será determinante para el futuro de Santoro. "El domingo a la noche veremos cómo se sigue", lanzó el presidente como para dejar establecido tácitamente que ya no le sostiene la mano al atribulado entrenador. "Santoro es muy buena persona; él solo va a dar un paso al costado si se da cuenta de que está estorbando. Yo no le voy a pedir la renuncia", aclaró Comparada. No aclares que oscurece... Si se va Santoro llegará otro. Y el desconcierto, seguramente, será el mismo de estos años de pesadumbres.</div><br /><div>Quizás, los jugadores deban sentir otra vez la soga al cuello (como antes de racing) para reaccionar, para entender lo que verdaderamente significa la ropa que están vistiendo. Lo atamos con alambre, parece ser hoy el lema que manda en el fútbol de Independiente. Su rica y centenaria historia merece otro tratamiento. </div><br /><div></div><div>Miguel Ángel Bertolotto </div><div>Diario <a href="http://www.clarin.com/diario/2009/03/06/deportes/d-01871398.htm">Clarín</a>, viernes 6 de marzo de 2009</div></div>