Tras la movilización de los hinchas a la Sede luego de comunicados cruzados por la marca que vestiría a Independiente desde 2026, ahora es imprescindible conocer los números del acuerdo con Puma.
No fue una pelea solo por la marca que se iba a poner a la derecha de la camiseta de Independiente. No era sólo pensar en donde ir a comprar las nuevas prendas o en diseños originales. El trasfondo de la situación alrededor del tema pasó por un estado de hastío en donde el socio e hincha reclama transparencia a quienes conducen el Club.
Si la movilización (a la Sede, pero también en las redes, la calle, medios o donde fuere) sirvió para que Puma mejore las condiciones entonces fue positiva. Si finalmente fue también el Kun Agüero quien intervino gracias a su vínculo con la empresa alemana, perfecto. Si fue la misma CD quien decidió dar marcha atrás por alguna otra razón que desconocemos, de acuerdo. Si el affaire con Atomik sirvió para que Puma suba su oferta y termine quedándose con la puja, mejor aun.
La continuidad de una marca de prestigio y presencia internacional, es beneficiosa para el Club, y quizás es una de las pocas cosas de las que podemos agarrarnos los hinchas en estos momentos. Perder a una empresa que viste a grandes equipos del mundo por poco dinero hubiera sido otro paso atrás, en un negocio donde la imagen también pesa. Hubiera sido un salto al vacío optar por una empresa casi desconocida a la que el club quedaba enganchado por seis años.
Y en la oposición al presunto acuerdo que se escuchó en un audio del Presidente Grindetti se mezclaron las broncas por una dirigencia qué parece no escuchar ni proteger al socio, en una relación que pareció terminar de quebrarse la noche de la U de Chile. Si a eso le sumamos los rumores de una cercanía personal entre directivos importantes y gente de Atomik, los recelo se multiplicaron.
Ahora, resuelto el tema a favor de la continuidad de Puma, le toca a los dirigentes abrirse a las preguntas de los socios y hacer un acto de transparencia absoluta. Es necesario conocer los números y condiciones en los que se terminó firmando, y también los de la oferta original de Atomik, la contraoferta de Puma, la segunda propuesta de la marca nacional y acuerdo final con la alemana. La promesa hecha por Grindetti tras el último mercado de pases de blanquear los números también debe aplicarse a este caso.
Por último, si algo de todo eso se logró con la reacción de una mayoría, servirá de aprendizaje para todos.
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