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Con la presencia de 22 clubes de Primera División se avanzó en un boceto que se aplicaría a partir de la próxima temporada.



Cuatro de los propulsores de esta idea de la SuperLiga

Y un día en la Torre de Babel de AFA se habló el mismo idioma. Como en aquel mítico relato del Génesis en el Antiguo Testamento, la AFA parecía predestinada, por su arrogancia y su nivel de confrontación, a convivir en la confusión de lenguas. Sin embargo, ayer, en la primera reunión para formalizar el proyecto de la Superliga, se estableció un principio de acuerdo que podría transformar en realidad una reforma del fútbol argentino.

Con la presencia de 22 clubes de la primera A y la adhesión de otros cuatro se realizó en el Predio Julio Grondona, de Ezeiza, esta reunión informativa, donde luego de casi dos años de disidencias, diferencias y discrepancias apareció en el horizonte un tema que generó consenso. La confusión en la que estaba inmersa la AFA, con una disputa por el poder enquistada, suponía la imposibilidad encontrar la claridad que permita superar el odio y la confrontación. Pero no.

Boca, River, racing, Independiente, San Lorenzo, Vélez, Rosario Central, Estudiantes, Gimnasia, Belgrano, Olimpo, Aldosivi, Argentinos, Arsenal, Quilmes, Atlético Tucumán, Sarmiento de Junín, Defensa y Justicia, Lanús, Banfield, Temperley y Tigre estuvieron representados por sus presidentes o vicepresidentes en el cónclave que se inició pasado el mediodía e incluyó un asado. A estos 22 clubes, Unión, Newell's, Huracán y Godoy Cruz sumaron sus adhesiones, mientras que San Martin de San Juan, Colón, Atlético de Rafaela y Patronato de Paraná no se manifestaron. La reunión se extendió por tres horas y contó con tres oradores que llevaron adelante la exposición ante sus pares: Daniel Angelici (Boca), Matías Lammens (San Lorenzo) y Rodolfo D'Onofrio (River).

La voz disonante fue la de Hugo Moyano (Independiente), quien sentenció que no debe dejarse librados a su suerte a los equipos más chicos, y que la nueva SuperLiga tendrá que estar ligada a la AFA y no armarse por fuera de ella.

Para edificar este proyecto, los modelos son cinco y corresponden a las ligas europeas más importantes: la Liga Profesional de Fútbol española, la Premier League inglesa, la Bundesliga alemana, la Ligue 1 francesa y la Serie A italiana, aunque siempre "con la adaptación a la realidad argentina", según enfatizan los impulsores de la propuesta.

Los ingresos de esta nueva estructura, que tendrá a los 30 clubes de la primera A, suponen una distribución que sería un 85 por ciento para la Superliga y el restante 15 por ciento para la segunda categoría.

Dentro de lo que obtendría la A, el 50 % se repartirá en partes iguales y la otra mitad se dividiría de la siguiente manera: el 25 % por rating e historia, el 20 % por la campaña de los últimos cinco años y un 5% último por cantidad de socios.

La estructura organizativa de la futura SuperLiga no tendrá a dirigentes al frente y supondrá la profesionalización de los cargos ejecutivos, con la búsqueda tanto de un gerente como de seis responsables para los distintos departamentos.

La clave en la próxima semana será continuar con el "operativo seducción" y, por ese motivo, se realizará una reunión con los distintos clubes de la actual B Nacional.

En este sentido, el proyecto inicial que contemplaba entre doce y diez descensos para la próxima temporada fue reducido hasta la adecuación al plan de gradualidad aprobado el año pasado, para llegar recién en la temporada 2019/20 a los 22 equipos deseados.

Esta refundación del fútbol argentino, además, contempla un fondo destinado a las categorías que quedarán bajo la órbita de la AFA, que recibirían un monto muy superior al que perciben actualmente.

El "operativo seducción" también llegará a ellas. Es que para la concreción de la Superliga se necesita aprobar la reforma del estatuto por 4/5 partes (60 votos) de una asamblea extraordinaria, integrada por 75 miembros, los mismos que el 30 de junio definirán el nuevo presidente de AFA.

En este escenario será clave el rol de Claudio "Chiqui" Tapia, actual presidente de Barracas Central y referente del grupo Ascenso Unido, para saber si en esta Torre de Babel suma una voz en consonancia o se convierte en la palabra disonante que le devuelve a la AFA esa disrupción comunicativa en la que se acostumbró a vivir?

Fernando Czyz | canchallena.com

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