En diálogo con La Nación, el presidente de Independiente aseguró que sigue en su cargo; "Si me voy, no va a ser porque me presionaron o me amenazaron", agregó
En una jornada donde los rumores y los trascendidos comenzaron apenas unos instantes después de la derrota ante Sarmiento por 2 a 0 , el titular del conjunto de Avellaneda le confirmó en exclusiva a La Nación que se mantiene en su puesto, pese a todo.
Que se va. Que se queda. Javier Cantero carga hoy en Independiente con toda la responsabilidad. No importa cómo juega Independiente. Ni los goles que se fallan. Ni las piernas pesadas. Ni las expulsiones irracionales. Ni los resultados que no llegan, o los rivales que se acercan en la tabla de posiciones. La actualidad deportiva manda. Siempre. Y, cuando el ascenso a primera empieza a correr un serio riesgo, desgastada hace demasiado tiempo la relación con los socios e hinchas, el presidente queda en medio de un escenario peligroso. Así, en el centro de la incertidumbre general, Cantero recibe la llamada de La Nación, cerca de las 15 de un día agitado.
-Al final, ¿qué pasó? ¿Renunció o no?
-En ningún momento. Fueron versiones periodísticas. Hoy, con el avance de Internet, de Twitter, todo corre muy rápido, se generaliza demasiado, pero no fue así. Después del partido con Sarmiento, con esa sensación tan fea, y como Independiente tiene que ascender, plantee que si el impedimento para el ascenso era yo, daba un paso al costado. Faltan 12 fechas y, jugando mal, todavía estamos en los puestos de ascenso.
-¿Cómo maneja la presión, por ejemplo, el de una marcha en su contra?
-¿Quién la organiza? Tengo entendido que también está Bebote. Es lógico. Si me voy, no va a ser porque me presionaron o me amenazaron. Si el equipo está jugando así por mi culpa, sí. No tengo problemas en irme.
-¿Recibió algún llamado del gobierno nacional?
-No. ¿Para qué?
-Para que no se fuera y le dejara el terreno libre a Hugo Moyano.
-No. Ninguno. Nadie me llamó. Sí quiero destacar a gente de la oposición que se me acercó por el bien de Independiente, como Peripolli [Mario] o Lascurain [Juan Carlos]. Pensamos distinto, pero tenemos el mismo objetivo. Eso es muy positivo.
-¿Hoy habría alguien para reemplazarlo?
-No sé. Por Independiente, no es momento de hablar de eso.
-¿Y en diciembre?
-Por supuesto.
-¿A quién votaría?
-A alguien honesto.
-¿A quién?
-Hoy no sé, pero antes, por ejemplo, ya mencioné a dos personas.
-¿Cómo sigue su día?
-Tengo la reunión de la comisión directiva, que ya estaba prevista. Y, después, en familia, que siempre está a mi lado en estas situaciones.
-¿Usted cómo se siente?
-El presente deportivo tira para abajo, pero sé que tengo una responsabilidad que cumplir.
Francisco Schiavo
La Nación, 26 de marzo de 2014
En una jornada donde los rumores y los trascendidos comenzaron apenas unos instantes después de la derrota ante Sarmiento por 2 a 0 , el titular del conjunto de Avellaneda le confirmó en exclusiva a La Nación que se mantiene en su puesto, pese a todo.
Que se va. Que se queda. Javier Cantero carga hoy en Independiente con toda la responsabilidad. No importa cómo juega Independiente. Ni los goles que se fallan. Ni las piernas pesadas. Ni las expulsiones irracionales. Ni los resultados que no llegan, o los rivales que se acercan en la tabla de posiciones. La actualidad deportiva manda. Siempre. Y, cuando el ascenso a primera empieza a correr un serio riesgo, desgastada hace demasiado tiempo la relación con los socios e hinchas, el presidente queda en medio de un escenario peligroso. Así, en el centro de la incertidumbre general, Cantero recibe la llamada de La Nación, cerca de las 15 de un día agitado.
-Al final, ¿qué pasó? ¿Renunció o no?
-En ningún momento. Fueron versiones periodísticas. Hoy, con el avance de Internet, de Twitter, todo corre muy rápido, se generaliza demasiado, pero no fue así. Después del partido con Sarmiento, con esa sensación tan fea, y como Independiente tiene que ascender, plantee que si el impedimento para el ascenso era yo, daba un paso al costado. Faltan 12 fechas y, jugando mal, todavía estamos en los puestos de ascenso.
-¿Cómo maneja la presión, por ejemplo, el de una marcha en su contra?
-¿Quién la organiza? Tengo entendido que también está Bebote. Es lógico. Si me voy, no va a ser porque me presionaron o me amenazaron. Si el equipo está jugando así por mi culpa, sí. No tengo problemas en irme.
-¿Recibió algún llamado del gobierno nacional?
-No. ¿Para qué?
-Para que no se fuera y le dejara el terreno libre a Hugo Moyano.
-No. Ninguno. Nadie me llamó. Sí quiero destacar a gente de la oposición que se me acercó por el bien de Independiente, como Peripolli [Mario] o Lascurain [Juan Carlos]. Pensamos distinto, pero tenemos el mismo objetivo. Eso es muy positivo.
-¿Hoy habría alguien para reemplazarlo?
-No sé. Por Independiente, no es momento de hablar de eso.
-¿Y en diciembre?
-Por supuesto.
-¿A quién votaría?
-A alguien honesto.
-¿A quién?
-Hoy no sé, pero antes, por ejemplo, ya mencioné a dos personas.
-¿Cómo sigue su día?
-Tengo la reunión de la comisión directiva, que ya estaba prevista. Y, después, en familia, que siempre está a mi lado en estas situaciones.
-¿Usted cómo se siente?
-El presente deportivo tira para abajo, pero sé que tengo una responsabilidad que cumplir.
Francisco Schiavo
La Nación, 26 de marzo de 2014
Publicar un comentario
aahh sigue, hasta la C no paramos entonces.
Publicar un comentario