0
Independiente hacía un buen partido y tenía las mejores chances ante Central, pero Abal cobró una mano sin intención de Mareque el penal convertido por el arquero Canalla cambió el partido. El Rojo cayó sin atenuantes, y Gabbarini fue figura.

Hasta los 30' del primer tiempo había un partido en el que Independiente disponía de buenas situaciones, sobre todo por izquierda, con la dupla Mareque-Mancuello, con el aporte futbolístico de Piatti y algo de fuerza en la delantera del Chipi Gandín.

Cuando se cumplía la media hora de juego una pelota sin demasiado destino de complicar las cosas le cae a Mareque, que sin delanteros a la vista, al querer pararla de pecho le da también en el brazo. Abal no dudó y pitó penal para Central que el arquero Broun convirtió en gol.

Desde ese momento todo el planteo de Gallego se cayó como lo hizo el equipo, perdió la pelota en el medio, no hubo reacción y ya no atacó con la fuerza de los primeros minutos.

En el comienzo del segundo tiempo el Tolo volvió a sorprender con los cambios: Pusineri ingresó por Godoy, cuando el reemplazante de Acevedo no había hecho un mal trabajo, y Gómez por Mancuello. Si bien el Pelado era potencialmente un hombre a ingresar para refrescar al ataque, la salida del juvenil no encuentra explicaciones más allá de alguna charla íntima en el vestuario entre el técnico y el volante.

Sin embargo, las modificaciones no llegaron a dar resultado porque apenas iniciada la etapa Zelaya estaba marcando el segundo tanto de Central, en otra grosera falla defensiva por una salida pobre de Vella y el ingreso del delantero por el medio de la zaga.

Todo lo demás fue del local, que encima se quedó con uno más por la expulsión de Gandín, por protestar. Gabbarini, que tapó dos mano a mano y salvó varias más, evitó un desastre aún mayor, en una noche en la que nada pareció salirle al Rojo luego de la media hora inicial.

Emiliano Penelas

Publicar un comentario