"Contra Boca hay que cortar la malaria"

El mayor ídolo del Rojo sale a jugar el clásico. Te da las claves del partido, dónde pararse y cómo marcar a Román. Y se anima con superar la "prueba de carácter".


Las referencias al buscar opiniones que puedan hablar de buenas historias, ganadoras, de Independiente sobre Boca escasean en los últimos 20 años. La paternidad que se fue perdiendo en ese lapso, más la racha negativa en la Bombonera (el club lleva diez partidos sin victorias, con dos empates y ocho derrotas), hacen que un recuerdo aún fresco apunte a Daniel Bertoni. El técnico en el último triunfo ante Boca (2-1, por el Apertura 04, en la Doble Visera) está estudiando en Milano, Italia. ¿Quién otro? Olé se propuso buscar a Ricardo Enrique Bochini, que de amargar al rival del domingo algo sabe. Primer intento: 14.50. "Hola, ¿Ricardo?". "Sí, llamame en diez minutos que ya me hicieron varias multas por hablar mientras estoy manejando". El segundo intento se concreta recién una hora después: "Sí, estoy acá en el lugar de las multas, pagando una infracción de mi mujer. Llamame en diez que te atiendo seguro", reitera. ¿Y si probamos otra vez con Bertoni?

Bueno, al final también resultó difícil ubicar al Bocha, aunque demostró ser tan terrenal como cualquiera de los mortales. La comunicación tiene final feliz pasaditas las 18. Y las primeras preguntas las hace el Maestro: ¿Estuviste en la práctica? ¿Y cómo andan los muchachos? ¿Qué dicen? "Contra Boca hay que cortar la malaria, eh", lanza el máximo ídolo, en una expresión de deseo mezclada con aires de sentencia.

-¿Se puede, Bocha?
-Claro que se puede. En el fútbol argentino de hoy no hay resultados que se sepan de antemano. Está todo muy parejo, demasiado. Aparte, yo no veo, sacando Boca, River y Lanús, que haya un equipo con un plantel superior al de Independiente.

-¿Y por qué eso no se refleja en la cancha?
-Pasa que hasta ahora no hay regularidad. No se encontró el equipo titular y el sistema para ser protagonistas todo el partido. Vos no podés jugar de local y sufrir contra Argentinos hasta el final.

-¿Cómo jugarías en la cancha de Boca?
-De igual a igual. Manteniendo la pelota, sin regalársela. Repito: hay que ser protagonista. Así, si te tocara perder, vas a poder decir que hiciste un buen partido, que es lo que no pasa últimamente cuando Independiente pierde. Comete errores que paga con goles y no se puede levantar. En cambio, si en cancha de Boca salís a ganar, nadie te va a reclamar nada.

Recuerda Bochini grandes victorias en la Bombonera que lo tuvieron como figura. "En el 3-2 de la temporada 86/87 metí un gol de cabeza, jugué un buen partido. Fue el día que La Doce gritó mi nombre. Sentí un gran afecto. También ese mismo año definí el 2-1 de la Liguilla que nos clasificó a la Libertadores. Y hay más...", saca chapa el hombre que más jugó (714 partidos) y más títulos ganó (13) con Independiente. Hoy mata el tiempo entre los primeros pasos en una cancha de sus hijos, Simón y Manuel, y en acercar promesas al predio de Domínico (y pagar multas, claro). "Se los llevé a Chanana Rambert y a Borrelli y el viernes (mañana) viajo a Río Cuarto a ver más chicos", avisa, sin rastros del doble by pass coronario que hace casi un año le hizo pegar un susto y que hoy está controlado.

"Entró bien Grisales. Le da aire a Montenegro. Se tira atrás, toca la pelota., tiene tiro... Con Freddy, Rolfi encontró un socio para el armado del juego y ganó peso en el área. Define más. Yo los acompañaría con un tercer jugador que desequilibre, como Fredes", anticipa el cambio que planea meter Troglio (entrará por Oyola).

-Pedro ya dirigió un torneo y ahora se lo cuestiona, ¿cómo lo evaluás?
-Es una decisión de la CD, no puedo opinar desde afuera. Yo veo que hay plantel para mejorar y estar más arriba. Está en él demostrar que el equipo funciona. Que juega a algo. Siempre se puede perder, pero no es lo mismo hacerlo como ante Central que jugándote todo.

-El técnico dijo que ganándole a Boca te hacés hombre... ¿Coincidís?
-¿Entonces qué? ¿Si no le ganás, sos marica? No es así. Sí es una prueba de carácter para saber hasta dónde está dispuesto a luchar este equipo. Si ganás, te agrandás. Es otra motivación para lo que sigue.

-¿Es la última chance?
-No sé si la última... Muchos equipos van a perder tres partidos a lo largo del Clausura. También depende de cómo pierdas. Podés jugar un buen partido y perder. Y la imagen que queda es otra. Tampoco sirve ganar si después te relajás y no podés contra los otros rivales. Hay que intentar tener continuidad y agarrar confianza.

-¿Le ayuda a Independiente que falte Palermo?
-Por un lado, pierde en el juego aéreo, pero con Boselli gana movilidad en el área y juego asociado por abajo.

-¿Socio para Riquelme?
-Su juego es meter pases. Por eso hay que tratar de cortarlo antes de que lance. Hacerlo jugar lejos del área para evitar sus remates. Ojo que también hay que marcar a los que reciben, eh.

-¿Es el jugador argentino que más se te parece?
-Con un poco más de pegada, je. Con la pelota parada es más peligroso que yo. Aunque a los dos nos toca, o tocaba, armar el juego y asistir a los compañeros.

-¿Ves que Boca tenga algún punto vulnerable?
-Si le metés un gol primero, podés manejarle el partido. Va a costar, porque es difícil que Boca se equivoque. Si me guío por las últimas actuaciones, los dos están parejos, aunque línea por línea Boca está un poco más arnado en defensa.

-¿Y por qué desde el 96 que el Rojo no consigue festejar en esa cancha?
-Porque en 12 años Boca ha tenido mejores equipos, grandes jugadores, ganó todo. Fue campeón de América con este plantel. Independiente tiene que ganar algo importante para volver a equipararse con Boca.

-Tal vez empieza a revertir la racha este domingo...
-Se puede dar todo. Es difícil, no imposible. Si ganás, te agrandás. Si perdés, quedás lejos. Está parejo.

-Arriesgá un resultado.
-El clásico se va a jugar mucho en el medio. Por ahí va a pasar la clave. Será un partido cerrado. Veo un empate o un ganador por un gol. Ojalá que sea Independiente, je.

Entrevista de Demián Meltzer, publicada por el Diario Olé, jueves 6 de marzo de 2008.